“Rebobinado”, de Juan Francisco Otaño; nostalgia y regresión
Estreno en Buenos Aires
Quién no ha tenido alguna vez nostalgia por los buenos momentos que pudo haber vivido en su infancia y adolescencia. Aquel pasado ya no volverá, pero también hay personas a quienes les gustaría que aquella atmósfera se convirtiera en eterna. Y si a ello le sumamos la frustración por el hecho más que normal de haber fracasado en algún amor, aparte de la añoranza por algunos ídolos de la época que todavía puedan haber quedado muy presentes en la memoria, pues nos queda una historia como la que cuenta el realizador Juan Francisco Otaño en su película “Rebobinado”, una mezcla de géneros que bascula entre la comedia, la ciencia ficción, la aventura romántica y el rock.
A Alejandro, el recuerdo de un amor que no fue correspondido durante su infancia lo ha marcado profundamente, hasta el punto de que afecta a su vida diaria con contundencia.
Un día encuentra una vieja casetera que como por arte de magia lo va a transportar a un pasado más remoto, justo en el día del año 1998 en el que se consumó su desgraciada decepción sentimental. El filme recupera aquel ambiente creado, al tiempo que procura reescribirlo a partir de varios frentes que desarrolla el guion.
Cuenta Otaño que este relato es también un homenaje a otras películas que en su momento le marcaron, pero al mismo tiempo se podría añadir que es la oportunidad de saborear una película bien resuelta, que parte desde un protagonista que se comporta en muchos puntos como si siguiera siendo un niño, pero al que a su vez se le va notando una evolución muy interesante.
El director responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Es “Rebobinado” una película basada en la nostalgia?
“Rebobinado” tiene un espíritu nostálgico o más bien un espíritu romántico, pero también un espíritu de cambio. Hay un momento donde hay que seguir adelante y usar todo lo que aprendimos para conquistar un nuevo rumbo y aceptar que no podemos controlar todo.
En “Rebobinado” buscamos retomar la estética con la que creció el personaje protagonista (los 90s). Los videoclips, los videojuegos, las películas de aventuras, los cassettes y el VHS. Pero el tema central de la peli siento que apunta más a aceptar que la vida es compleja y que todos atravesamos una etapa en la que tenemos tanto la mente puesta en el pasado, “en lo que podría haber sido y no fue”, y no estás concentrado en lo que te pasa alrededor.
El leit motiv de la película es “la música te transportara al recuerdo”, porque la música es algo que siempre nos va a transportar a sentir todos los recuerdos que la envolvieron a través del tiempo.
– El protagonista parece un soñador permanente que no tiene los pies en el suelo y debe evolucionar. ¿Concebiste el guion a través de ese lento progreso?
Alejandro está fuertemente inspirado en mí y en muchos personajes con los que crecí. A mí siempre me gustaron mucho los arquetipos y la estructura del camino del héroe.
Uno de los arquetipos de personaje es, en una traducción, como Trickster/Fool “el tonto”. El tonto se acerca a la verdad porque en orden de aprender algo y lograr un cambio, tendrá que equivocarse una y otra y otra vez. Ale encuentra un viejo grabador con el poder de transportarlo al “recuerdo”. Volver a sentir y vivir por un rato quién fue cuando tenía 12 años, y especialmente el momento que le marcó tanto.
La búsqueda de torcer el “recuerdo” para que sea “perfecto”, llevará a Alejandro a vivir todo tipo de aventuras, y sin darse cuenta transformará su presente en una película.
En cuanto a la estructura de guion (que coescribí con Leonardo Centeno), diagramamos los momentos clave de la película que queríamos que el protagonista transite. Queríamos que cuando parezca que se iba a encaminar, termine fracasando y tenga que seguir intentando.
Es algo interesante porque en las diferentes proyecciones que tuvo la película, la gente se identificó mucho con los pifies del personaje, o cuando le salían las cosas mal.
– ¿Es también esta historia una crítica suave, e incluso cómica, a los clichés de belleza y a algunos tipos de manipulación que se pueden dar entre las personas?
La historia del film tiene varias críticas a ciertas formas de relacionarse en la modernidad en general.
El humor en la película es clave y es en código de sátira, muy inspirado en historias como “Día de la marmota” y “La máscara”, y en series como “Malcom in the middle”, “Sabrina, la bruja adolescente” y “Seinfeld”. La clave es mostrar la contradicción en los personajes y su cuota de anti-héroe.
Con respecto a la belleza, no sé si la película apunta a los clichés de la belleza, sino a una crítica a ser demasiado naíf e idealizar a los demás; lo complejo de las relaciones amorosas y buscar el equilibrio entre lo romántico, caótico y lo más real y pragmático.
Con respecto al tema de manipulación, es interesante aquí la búsqueda, pues es el ideal de lo genuino. El personaje protagonista encuentra su antagonista, Claudio, que es un joven que para conquistar mujeres se construye un personaje de “artista snob”, no siendo genuino y ciertamente muy manipulador. Alejandro por lo contrario busca ser genuino. Pero cuando Alejandro descubre que puede viajar al recuerdo para cambiarlo, va a intentar torcer ese recuerdo para que sea tal cual quiere, mostrando una contradicción consigo mismo.
– ¿Y después de esta experiencia, seguís pensando que volver atrás en el tiempo podría ser una buena idea?
Lo interesante de “Rebobinado” es que es un viaje personal del protagonista a su recuerdo. No busca ser la película donde el personaje quiere cambiar el presente haciendo algo distinto en el pasado. Él busca destrabar algo que no pudo lograr, una especie de cuenta pendiente. Es más terapéutico.
Creo que es una sensación también inspirada en los videojuegos, la segunda oportunidad donde antes del game over tenés un tiempo para poner otra moneda y seguir, o incluso salvar el juego y volver atrás y probar de otra manera. Son cosas que en la realidad no podemos hacer, pero a veces fantaseamos.
©José Luis García/Cinestel.com
Juan Francisco Otaño, director de “Rebobinado”
