«Stella Cadente» de Lluis Miñarro; divertimento sobre belleza y poder

El Festival de Rotterdam (Holanda) presentó por primera vez al público la ópera prima como director del productor catalán Lluis Miñarro, una película que puede ser nombrada como una obra inclasificable porque viéndola notaremos que tiene partes de comedia, historia y musical aderezada con toques de histrionismo, sexo, sueños surrealistas y hasta un poder que más parece simbólico. Se trata de un relato inspirado en lo que le sucedió en 1870 al rey de España Amadeo de Saboya cuyo reinado duró poco más de dos años ante la inestabilidad política del momento agravada por el conflicto independentista en Cuba, que había comenzado en 1868, y una nueva guerra Carlista. Lógicamente, no es del todo fiel a lo que en realidad sucedió.
Miñarro se propone en su ópera prima una versión libre y delirante que defienda la necesidad de la alegría de vivir y que convoque un juego con el espectador en el que nada es lo que parece y en el que inclusive se atreve a introducir una mirada irónica sobre los valores estéticos de los socialmente felices años ’60 haciendo sonar canciones de entonces como «Elle était si jolie» de Alain Barrière, «A présent tu peux t’en aller» de Les Surfs, o la un poco posterior «Comment te dire adieu» de Françoise Hardy.
«Stella Cadente» se desarrolla entre el final del Romanticismo y el inicio de la Modernidad, un periodo convulso en Europa y especialmente en España. El desolado y encerrado rey es interpretado por el actor catalán Álex Brendemühl, Barbara Lennie es la reina María Victoria, Lola Dueñas la servicial cocinera de palacio, e igualmente encontramos a Lorenzo Balducci y Francesc Garrido, entre otros. El director les dio absoluta libertad a los actores para que interpretaran su papel en el idioma que estimasen oportuno y así vemos a Brendemühl hablando casi siempre en catalán mientras que otros miembros del elenco lo hacen y responden en castellano. No faltan tampoco algunas referencias pictóricas porque también contemplamos cuadros de Gustave Courbet, Manet, Goya y Emil Nolde.
El rey Amadeo I es representado como aburrido y distante del pueblo, con ideas para potenciar la educación y la sanidad así como la separación de los poderes de la Iglesia y el Estado, mientras que plebeyos y cortesanos están instalados en la corrupción y se divierten a espaldas de un pretendido mandatario que está sitiado en ese lugar y no puede reinar. Extrañamente se trata del único monarca que tuvo España que fue elegido por votación en el Parlamento y en el film se le ve cargado de enemigos que pretenden que renuncie bajo la amenaza de que podría acabar como el rey Maximiliano I de México que había sido fusilado en décadas anteriores de ese siglo.
Miñarro parece querer con esta película desconcertar al espectador mediante una mezcla surrealista de privación de libertad, sofoco, divertimento, elementos de distintas épocas y una semi-locura del principal protagonista y de algunos otros personajes. Cuando consiga estrenarse, «Stella Cadente» (Estrella fugaz), a buen seguro encontrará opiniones encontradas acerca de la interrelación de estos factores.
No hay rigor histórico en ella, pero sí dinamismo en la exposición que está dividida en dos tiempos. De su análisis completo se deduce que el realizador y guionista ha intentado fijar en esas fechas el origen de la crisis y la corrupción que todavía hoy azota al país con referencia velada a algunos temas que ahora están de «candente» actualidad. A lo largo de la película veremos también toda una sucesión de escenas que guardan relación con algún objeto fálico, ya sea en forma de longanizas colgando, columnas, la cocinera pelando pepinos o el secretario particular de su majestad masturbándose y fornicando con un curioso y jugoso objeto.
Película pintoresca en la que sus individuos parecen abandonados a su suerte tratando de pasar el tiempo y evadirse de la angustia. ¿Qué se nos ha perdido en este país tan extraño?, le pregunta la reina al rey cuando comprueba que su esposo es un pelele de los poderes corruptos en una sociedad llena de conjuras y disputas absurdas. De ese corto periodo de tiempo se conservan muy pocas referencias historicas en España y esta es una versión libre y delirante de aquellos acontecimientos. Amadeo era descendiente de las Casas de Saboya y Austria.
©José Luis García/Cinestel.com