«Permanência» de Leonardo Lacca; antiguos amantes desconcertados

La vida siempre cobra sentido a través del amor y es natural que sea difícil que ciertas experiencias en algún periodo determinado se puedan volver a repetir, pero no imposible. El director brasileño Leonardo Lacca aborda en su primer largometraje de ficción, una película rodada fuera de Recife (Pernambuco), su ciudad de residencia, la necesidad que tiene su personaje principal de redescubrirse a sí mismo a través de una visión personal diferente, además de que São Paulo es en este filme un protagonista más. «Permanência» nos presenta a un fotógrafo que viaja a esa gran ciudad para su primera exposición en solitario y decide pernoctar en la casa de su ex-novia, ahora casada.
Ivo (Irandhir Santos) llega al hogar actual de Rita (Rita Carelli), una mujer que tiempo atrás fue su novia pero que ya está casada con otro y vive en una ciudad que tampoco es la suya, materializando una distancia que también es sentimental luego de la anterior ruptura de ambos. Lacca reafirma desde el principio de la historia el interés de Ivo por hallar respuestas a sus grandes interrogantes interiores y por eso, aunque la mayor parte del tiempo no hay tensión aparente, tampoco oculta que él la sigue deseando a ella, por lo que ahí se forma un sutil y delicado triangulo amoroso que el espectador tendrá que medir mucho más a través de los gestos y las miradas que mediante las palabras.
Frente a un deterioro y ruptura de las relaciones, cuando se consuma de esta manera una crisis de pareja, el trasladarse a vivir a otro lugar por parte de uno de los dos se asocia a la necesidad de que se produzcan cambios emocionales sin las influencias del ambiente vivido anteriormente. En la vida hay cosas que a veces van y vienen, que son fugaces y con posibilidades de cambiar, pero siempre hay algo que se queda dentro de nosotros y ese es el motivo del título, «Permanência».
La película nos presenta personajes interesantes, situaciones inesperadas como un romance amoroso entre dos personas de distintas generaciones, y una visión de esa gran urbe en consonancia con el papel de redescubrimiento del protagonista principal, apuntando claras diferencias de matices cromáticos en su presentación que acompañan su estado vital de cada momento. Otro de sus logros es el de presentar el valor de la expresión fotográfica como firme capturadora de instantes de vida, dentro de un filme en el que el uso de los teléfonos móviles celulares simboliza el presente tecnológico y el de carretes fotográficos de película emulsiva, un pasado sobre el que podemos o no volver a formar parte como experiencia positiva.
Leonardo Lacca trabaja en la misma productora que Kleber Mendonça filho, ante quien fungió como asistente de dirección en «Sonidos vecinos», y es autor de seis cortometrajes anteriores.
©José Luis García/Cinestel.com