Pinamar: cine francés, afiches argentinos; colección de los hermanos De la Torre

Juan Carlos y Federico César de la Torre son dos hermanos de Tandil apasionados por el cine que disponen de una gran colección de afiches (carteles) de películas estrenadas en la Argentina desde que existen las salas.
Con el patrocinio de Francia y la presencia de su embajador Jean-Pierre Asvazadourian, organizaron una exposición en la reciente edición de Pantalla Pinamar con afiches originales de 25 películas francesas proyectadas en la Argentina entre 1949 y 1970.
La exposición evocaba aquellos momentos dedicados por muchos a ver filmes de grandes directores franceses, de René Clair a Costa Gavras pasando por François Truffaut y Jean-Luc Godard. Los afiches fueron restaurados en Francia a sugerencia del Delegado General del Festival de Biarritz, Marc Bonduel.
Freddy de la Torre nos explica detalles acerca de esta experiencia compartida.
– ¿Cómo comenzó su interés por los afiches?
Mi hermano y yo somos amantes del cine desde chiquitos cuando nuestra madre fue el eje de la familia que nos acompañó al cine a los hijos.
Vos me contaste hace unos días que había una persona (el cineasta catalán Carlos Benpar) que un día al año, coincidiendo con un hecho muy importante en la relación con su madre, le hacía un homenaje exhibiendo una película en su memoria.
A mi mamá también habría que hacerle eso aunque no fue la única madre, todas las madres han llevado a sus hijos al cine.
Ahí nació el amor nuestro con las películas. Éramos y somos grandes amantes del cine. Mi hermano es crítico cinematográfico en la ciudad de Tandil donde había cinco cines oficiales y dos de parroquia de la acción católica. Siete en total más la sala de un club.
Yo era publicista de las películas, hacía publicidad. Agarraba los diarios más importantes y si de cien palabras, ochenta eran malas, yo descartaba las malas y ponía las veinte buenas.
Dijo Clarín tal cosa, lo que dijo malo no lo ponía, ponía lo que decía bueno. Era mi oficio.
Más tarde, cuando tomamos la administración del último cine que quedó en nuestra ciudad que tiene 150.000 habitantes, me dijo un acomodador que por qué no me llevaba los afiches de otro cine antiguo que había cerrado y cuando llegué allí con mi hermano nos encontramos con cerca de tres mil afiches buenos y casi la misma cantidad de totalmente arruinados por la lluvia, humedad, agua, ratas, ratones,… de todo.
De ahí salió la locura. Los empecé a clasificar por autor, director,.. mientras mi hermano se dedicaba más a la administración.
Luego armamos exposiciones para el Festival de Mar del Plata y en la Casa de las Américas de La Habana donde conozco a Diego Galán y le propongo hacer un homenaje a «La diligencia».
Hicimos una exposición en el Museo San Telmo de San Sebastián con afiches de género western.
Más tarde nos vamos a Trieste con un homenaje a las películas italianas, de ahí saltamos a Biarritz con un homenaje a Carlos Gardel y a continuación otra más en Amiens.
– ¿En qué condiciones se restauraron los que estaban en mal estado? ¿Lograron recuperar muchos?
Los franceses que son bien finolis querían que las cosas estuvieran perfectas.
Iban a restaurar 50 afiches pero por la cuestión económica hicieron 26 y quedaron fuera algunos muy buenos como por ejemplo «El salario del miedo», «Las diabólicas», Hiroshima mon amour» y varios más que son películas clásicas del cine francés, pero lo que hay es bastante bueno también.
– ¿Conocen algún dibujante de afiches en la Argentina?
El más famoso es Osvaldo Venturini de quien hemos expuesto en Pinamar un ejemplar que es «La belleza del diablo». Ése es 100% argentino. Los demás son impresos en la Argentina pero la gran mayoría ya venían con el diseño desde Francia o Estados Unidos.
Acá se le ponía el nombre en español, y el nuestro porque ustedes en España tenían títulos diferentes. A «La hora señalada» de Gary Cooper ustedes la llamaron «Solo ante el peligro»; a «Atrapado sin salida», ustedes «Con la muerte en los talones». Menos mal que el género western norteamericano conservaba el título original con letras pequeñas abajo del título en español.
Los afiches de ahora son tan bonitos, tan bonitos, tan bonitos que ya son feos y aparte de todo, digitalizados. Acá en la exposición la gran mayoría están hechos de la mano del hombre.
©José Luis García/Cinestel.com