Pregón de la Merçè: Carla Simón presenta una secuela de “Alcarràs”

Las fiestas patronales de la ciudad de Barcelona se vistieron de cine este año, pues la cineasta catalana Carla Simón aceptó el desafío que le propuso la alcaldesa Ada Colau de pronunciar el pregón de la edición de 2022, en una celebración en la cual priman las muestras de cultura popular.
Para la recién ganadora del Oso de Oro a la mejor película en Berlín, en un contexto actual en el cual no se para de hablar de la guerra, “en el mundo hay cosas todavía que celebrar”.
La directora nació en el Hospital de Mar de Barcelona, aunque su familia de entonces vivía en Badalona, y más tarde se fue a vivir a un pueblo de la comarca de La Garrotxa de características muy similares a las que retrata en “Alcarràs”.
Regresó a la capital de Catalunya a la edad de 17 años, momento en el cual se puso a estudiar la carrera de Comunicación Audiovisual.
Durante su pregón, llevado a cabo en el sublime Saló de Cent del Ajuntament de Barcelona, Simón proyectó en una pantalla algunos fragmentos de cortometrajes realizados por jóvenes estudiantes de ‘Cinema en Curs’, donde la treintena de chicos y chicas que hacen el curso los presentan anualmente en la Filmoteca de Catalunya, para posteriormente colgarlos en la web de la escuela. Todas las escenas que se mostraron hacían referencia a adolescentes venidos de fuera que perseguían el sueño de poder formar un modo de vida para su futuro en la ciudad. Inclusive, la realizadora puso como ejemplo la película “La piel quemada”, de Josep Maria Forn, al referirse al hecho contrastado de que el éxodo rural es casi un género cinematográfico.
Pero la gran sorpresa de tan solemne acto público llegó cuando la directora invitó a salir a escena a cuatro de los intérpretes protagonistas de “Alcarràs” (Albert Bosch, Berta Pipó, Albert Baldomà y Laura Roqué), quienes hicieron la lectura de un breve nuevo guion de la película que supone una auténtica secuela de la historia que se estrenó en las salas de cine en abril de este año.
Resulta que Roger, el personaje adolescente de “Alcarràs”, después de abandonar las tierras y el oficio de pagès, decide venir a estudiar a Barcelona, desde donde se comunica con sus familiares para explicarles sus primeras impresiones tras la llegada a la gran ciudad.
En esta mini-secuela del film original se critican cosas como esos nuevos “superalimentos” que pretenden sustituir a los tradicionales o el escandaloso precio al que se vende el kilo de fruta (2,5 y 3 euros), comparado con la miseria que percibe el agricultor. ¡Malparits!, dice textualmente el guion.
Durante su discurso del pregón, Carla Simón se hizo muchas preguntas: “¿Es posible evitar el éxodo rural? Ante la imposibilidad de responder esta cuestión yo me pregunto: ¿Ayudaría que las grandes ciudades mirasen más allá de sus fronteras? ¿Podría existir un diálogo más frecuente entre lo rural y lo urbano? ¿Sería posible que para los urbanitas los pueblos no sean solamente un lugar de vacaciones? ¿Cómo puede ser que estando tan cerca, a menudo el campo y la ciudad se den la espalda? ¿Cómo puede ser, si al final casi todos venimos de un pueblo? Como dice Sergio de Molino en su libro ‘La España vacía’, «Nosotros, aunque no hayamos huido de un pueblo, hemos crecido entre las calles imaginarias de muchos de ellos. Hemos crecido entre palabras que las abuelas trajeron del campo e incrustaron en las paredes del salón»”.
Y en otro momento de su intervención, la cineasta siguió interpelándose. “Me pregunto: ¿Cómo puede ser que en una ciudad de acogida y de encuentros como es Barcelona, las nociones de origen y de pertinencia nos generen tantas desavenencias? Necesitamos reivindicar nuestros orígenes con tal de definir nuestra identidad. Necesitamos reivindicarlos porque nadie lo hará por nosotros. Pero el orgullo de sentirse de un lugar no está reñido con la celebración de la convivencia, de la pluralidad, y en cambio nos lleva a lugares poco interesantes cuando apela a la exclusión del otro, del que no conocemos, del que nos parece diferente”.
Y para finalizar su pregón, Simón expresó lo siguiente: “La Barcelona que queremos es la que escucha a otros territorios, la que teje puentes con otras comunidades más pequeñas, la que se convierte en un punto de encuentro. La Barcelona que queremos es la Barcelona diversa, plural y acogedora, la que abraza todas estas llegadas, la que nos invita a convivir haciéndonos crecer más humanos y más completos”.
©José Luis García/Cinestel.com