Carles Torras: “Los éxitos en el cine ya no se miden en función de los ingresos en taquilla”
El productor y cineasta catalán Carles Torras ha sido seleccionado este año a propuesta del ICAA, para participar durante el Festival de Cannes en las sesiones de networking y reuniones one-to-one a desarrollar durante la trigésima edición de Producers on the Move, una iniciativa de la European Film Promotion que cuenta con el respaldo de Europa Creativa-Programa MEDIA de la Unión Europea.
Torras compagina desde hace bastante tiempo sus funciones en la producción de filmes con sus tareas como director de películas, con éxitos tan notables como los de “Joves” (co-dirigida junto a Ramón Térmens), “Trash” o la ganadora de la Biznaga de Oro, “Callback”, a través de su productora con sede en Barcelona, Zabriskie Films.
Actualmente, mientras se encuentra entre los veinte productores más prometedores del panorama del cine europeo, su compañía está desarrollando la postproducción del nuevo documental de Aram Garriga, “American Satan”, y su propio próximo proyecto de ficción.
Asimismo tienen en marcha el thriller psicológico “El practicante” -que co-producirán con Bélgica- así como la serie de ciencia ficción “La invasión” de Hèctor Hernández Vicens (director de “El cadáver de Ana Fritz”), y el largometraje “Upon entry” de Alejandro Rojas y Juan S. Vázquez.
Dirigir y producir son para él “dos facetas complementarias: la de director es más creativa y artística por decirlo de alguna forma, -asegura en entrevista con Cinestel-, y la de productor es una faceta empresarial; entonces ambas cosas me gustan y se pueden compaginar perfectamente”.
– ¿Cómo ves el mercado de las coproducciones europeas? ¿Crees que ayuda esta iniciativa en el Festival de Cannes?
Ayuda mucho porque es importante internacionalizar los proyectos, las películas, intentar abrir mercados y encontrar proyectos que puedan llegar a ser interesantes para que dos o más países puedan llegar a sacarlos adelante; y procurar que éstos tengan unas características más internacionales.
Yo creo que esto siempre es bueno, y en marcos como el de Producers on the move en Cannes, estamos en el lugar ideal para encontrar buenos socios.
– En Europa por suerte tenemos una gran diversidad de idiomas, pero por ejemplo en el mercado español prevalece de momento lo que son las películas dobladas. ¿Preferirías otro escenario donde los filmes de otros territorios se vieran subtitulados en su mayoría?
Pues sí. Para mí sería mucho mejor que el cine se viera en versión original, como pasa en muchos países, pero hay otros en los que tenemos la tradición de ver el cine doblado. La gente está acostumbrada y a veces les da pereza leer subtítulos, pero cuando uno se acostumbra a ver las películas en versión original ya no las quiere ver dobladas nunca más.
Para disfrutar las películas en su integridad, y a un nivel incluso en que la población esté más familiarizada con otros idiomas y hable mejor el inglés, pues siempre es mucho mejor verlas en versión original.
– Recordando que un filme tan redondo como “Callback” demoró bastante su estreno en salas, ¿cómo ves el mercado de la distribución en España?
La distribución en salas cada vez es más complicada. Lo que pasa es que ya no estamos limitados a estrenar en los cines o a que nuestra película dependa exclusivamente de los ingresos en taquilla para que sea rentable, o al menos que no pierda dinero, sea financiable por decirlo de alguna forma.
Estamos viendo muchos ejemplos de películas que en taquilla no están funcionando y después están teniendo una segunda vida en las plataformas de Internet. Eso es lógico, porque cuando la gente puede ver todo el cine que quiera en su casa pagando 10 euros al mes, pues cada vez se lo piensa más a la hora de decidir ir al cine, ya que con lo que le cuesta una sola sesión en salas puede tener películas ilimitadas durante todo un mes.
Yo creo que los éxitos ya no se miden en función de los ingresos en taquilla. Eso va a quedar cada vez más limitado para determinado tipo de cine, que será el que se puede ver en familia o entre amigos, pero no ocurrirá con otro tipo de cine que es aquel que la gente lo prefiere ver en su casa.
Al haber diferentes fórmulas, ya no somos tan dependientes de los resultados en la taquilla. En otros países funciona mejor la recaudación de los cines, pero en España cada vez está peor.
– ¿Y como productor de las películas de Aram Garriga, cómo ves el género documental?
El documental es una prueba de lo que digo. ¿Quién va al cine a ver un documental? Muy poca gente. Desde luego es imposible que con los ingresos en taquilla se puedan producir documentales. Entonces estas películas se están viendo en otras ventanas.
Por ejemplo en el caso del primer documental de Aram Garriga, “American Jesus”, tuvimos la suerte de que se ha visto en muchísimos países, tanto en televisiones de la Warner de Estados Unidos como en plataformas como Netflix y en muchos países europeos. Y luego, cuando la película se estrena en el cine en España, las recaudaciones suelen ser bastante insignificantes, pero hay otras ventanas hoy en día que son adecuadas para el consumo del documental.
– Pero por ejemplo, entre las producciones en las que ahora estás inmerso hay un thriller psicológico y una serie de ciencia ficción. ¿Consideras que estos géneros tal vez convocarían a más público a una sala quizá?
Nosotros siempre buscamos que nuestras producciones tengan una mirada propia del director, tanto si soy yo como si estoy produciendo una película de otro. Eso no está reñido con el género, y que sea un thriller psicológico no quiere decir que sea una película que cumpla todos los clichés de un tipo de cine de género. Puede ser un thriller, pero puede ser muy original, y también puede ser muy novedosa o incluso arriesgada.
Existen ejemplos de ello. Desde “Repulsión” de Roman Polansky, que es una gran obra maestra de la historia del cine, innovadora y arriesgada, hasta tantas otras que se han hecho, y que al mismo tiempo son unas películas de género y se han llegado a convertir en fenómenos mundiales. A veces me hacen esta pregunta sobre los géneros y su salida, pero yo no sé muy bien ver la diferencia, porque veo que una cosa no está reñida con la otra.
Yo creo que todo lo que sea innovar, aportar originalidad y abrir nuevos caminos en lo que es la narrativa cinematográfica, es la vía para luego conseguir éxitos comerciales.
– También arriesgas en la producción de debutantes en la dirección que ya habían trabajado contigo, como son Alejandro Rojas y Juan S. Vázquez en el caso de “Upon Entry”. ¿Qué nos puedes contar sobre este proyecto?
Ellos habían dirigido cortometrajes; ésta es su primera película largometraje de ficción y vienen trabajando en diferentes campos del cine y la televisión. Alejandro es también montador y guionista, y Sebastián ha trabajado como director de fotografía. Son dos chicos con mucho talento y han escrito un gran guion, porque “Upon Entry” es un drama con un punto de suspense sobre una pareja que son retenidos en la zona de migración a la hora de entrar en Estados Unidos. Ahí se produce una situación inesperada, en la que van a permanecer allí sin saber los motivos, al tiempo que se van a ir descubriendo asuntos que van a ser una sorpresa para el espectador, incluso cosas que entre ellos mismos no sabían del otro.
– Y entonces, ahora que vas a entrar de lleno en lo que son las coproducciones europeas, ¿para ti es muy diferente la opción de coproducir con los Estados Unidos, ya que rodaste allí “Callback”?
“Callback” tenía un coproductor minoritario americano. También coprodujimos allí “American Jesus”, por tanto son dos experiencias ya en los Estados Unidos. Para ello, la historia tiene que tener sentido. “Callback” sucedía en Nueva York y se rodaba allí; por lo tanto tenía todo el sentido hacer la coproducción con ellos. Si haces la coproducción con algún país, pues tiene que tener relación con la historia de ese lugar o con la producción de la película, ya sea en función de los actores o cualquier otra razón que de alguna manera justifique que se involucren los países.
En Estados Unidos el caso de mi película fue una cosa muy natural, ya que la historia sucedía allí.
©José Luis García/Cinestel.com