La productora chilena Florencia Larrea lucha para que el cine chileno se vea más en el país
Asistió al BAFICI 2012 como productora y fotógrafa de la cinta “Aquí estoy, aquí no” que fue bien recibida por la crítica. Del mismo modo, también fue en representación de la productora chilena Kiné.
Señala que la estrategia de la productora, fundada por Daniel Ávila y Enrique Stindt, fue asociarse con los directores nacionales. Hoy bajo su alero están José Luis Torres Leiva (Verano, 2011), Elisa Eliash (Aquí estoy, Aquí no, 2011) y Víctor Cubillos, (31 de abril, 2009) entre otros.
La situación del cine autóctono en Chile es bien compleja. Para evaluarla, por un lado estaría el grado de interés que muestran los chilenos en conocer las obras de sus realizadores más cercanos y por el otro el surgimiento de iniciativas concretas para dotar de vida a esta industria cultural.
Florencia Larrea nos da su punto de vista tras visitar el BAFICI.
– ¿Cómo se da esta relación entre ustedes y los directores?
Se va dando con cada uno de ellos en forma intuitiva y por otro lado, por un tema de “gustos” con una estética definida, como en el caso del director Pablo Stoll, donde coincidimos sobre lo que queremos con el proyecto. Además, buscamos desarrollar nuestras propias películas, tenemos una ópera prima co-dirigida por Enrique Stindt (de Kiné) y Roderik Henderson, director de origen holandés.
– ¿Cuál es el tipo de estética de la que habla?
Un tipo de imagen que nos genere desafíos y que vaya en función del film. Poder hacer una película de acuerdo a la realidad latinoamericana y que la calidad de imagen y aproximación a ésta, sea lo mejor posible.
Nosotros fuimos socios de “3”, la última película de Pablo Stoll.
– ¿Con qué tipo de cine se sienten identificados en Latinoamérica?
Hay mucho que interesa. De Argentina, por ejemplo, “Villegas” de Gonzalo Tobal, me pareció interesante, pero también películas más “indie” como “La Hormiga Roja” (dirigida por los argentinos Cristián Tapies, Sebastián López, Luigi Voglino). En general, pienso que se está haciendo cine en un ambiente de mucha colaboración y buena energía. Además, se dispone de una Agencia de Coordinación que se llama Cinema Chile.
– ¿Cuál es la situación actual del cine chileno?
En nuestro país los problemas son los espectadores y las políticas de producción minoritarias, lo que hace que Chile sea más cerrado en esta materia.
– Cuando usted dice que el problema son los espectadores, ¿cuál sería el motivo?
No ven cine. Lo que sucede en Chile es muy complejo, porque ni siquiera los muchísimos estudiantes de cine y audiovisual van a ver una película al cine.
– ¿Existe una cuota de películas chilenas en el circuito comercial?
No, existe un espacio que nos entrega Movieland (complejo de cines con alta tecnología) que es la única sala comercial que da una mano, una sala queda en una zona periférica, como es La Florida, y tiene otra en el centro de Santiago.
– ¿Qué sucede con el circuito de Cine Arte?
Son dos, el cine arte Alameda (http://www.centroartealameda.cl) y Cineteca Nacional (http://www.ccplm.cl), nada más.
– Con este panorama, ¿cuál sería el rol del estado? ¿reciben algún beneficio?
Ahora hay una distribuidora de cine chileno, BF (http://www.bfdistribution.cl), que es apoyada por el estado. Por otro lado, están las grandes distribuidoras internacionales y las que recién comienzan, como Malaparte, Jirafa Distribución que nace para distribuir los films de Bruno Bettati,… BF está lleno de películas, pero sin público. Alguien de BF me decía que “con el material que tienen pueden estrenar una “peli” a la semana”.
– ¿Cuáles son los criterios que emplean las distribuidoras para que una película chilena circule?
Mmm… no sé. Es un misterio. Creo que va más por la campaña anterior a la película. En “Gatos Viejos” de Pedro Peirano, por ejemplo, tenía a la actriz Catalina Saavedra como protagonista y le fue bien para el cine chileno, pero la pregunta es ¿cómo recupera al primer espectador? El cine argentino puede recuperar algo, pero el chileno es imposible. En resumen, Chile exporta mucho y de muy buena calidad, pero cine chileno se ve muy poco en el país.
– ¿Cuál es el problema más grave con el que se enfrenta hoy el cine chileno?
La forma de evaluación de los pocos fondos públicos para la cantidad de gente que estamos haciendo una industria. Así mismo, la falta de coordinación en un gobierno (del Presidente Sebastián Piñera) que dice empujar al sector privado, pero estos fondos son pocos y de difícil adjudicación. Se suponía que en este gobierno comenzaría a regir la “ley de donaciones culturales” para poder empujar a los privados, que por Dios sí los hay en este país, pero no ocurre eso.
©Cristian Sáez/El Ariqueño/Cinestel.com