“Bait”, de Mark Jenkin; otras formas de contar en el cine son posibles

Los espectadores de las salas de cine nunca deberían de perder la esperanza de encontrar nuevas formas de contar historias en los filmes, que además de interesantes sean atractivas y que al mismo tiempo sean un reflejo de algunos de los temas que más preocupan en nuestros días.
Bajo el trasfondo del inminente Brexit, “Bait” es una película rodada en blanco y negro que será estrenada en los cines británicos este 30 de agosto.
Su director, Mark Jenkin, es también el autor de un manifiesto que promueve los beneficios prácticos y estéticos del trabajo hecho a mano con película de celuloide. De hecho, este film ha sido revelado a mano por el realizador, y su poderoso trabajo de montaje lo convierte en uno de los más originales y a la vez extraños que se recuerdan.
La acción del film se desarrolla en una pequeña aldea del condado de Cornwall.
El actor y comediante Edward Rowe protagoniza este original drama situado en un pueblo costero, donde vive un pequeño grupo de familias de pescadores que han tenido que vender a turistas algunas de las casas que están junto al mar, lo cual acrecienta el número de conflictos que ellos tienen en el lugar.
Hay problemas entre los dos hermanos por el control de un único barco pesquero que les serviría para ganarse la vida. Pero no son solamente aquí las posibles rupturas familiares lo que ocupa el relato, sino que también está la “temida” llegada veraniega de los turistas londinenses que inclusive intentan limitar a Martin, el protagonista, las zonas donde puede aparcar su camioneta a través de los guardias de seguridad.
El declive de la pesca y la sospecha de que con la entrada en vigor del Brexit, las ayudas económicas que enviaba la Unión Europea dejarán de recibirse y no serán sustituidas, contribuyen a avivar la tensión con la que viven los pescadores.
Para colmo de males, Martin ve con preocupación cómo su sobrino mantiene una relación con la hija adolescente de los turistas más próximos, lo cual contribuye a incrementar su sensación interna de ira por lo que él considera como una invasión del espacio que ha ocupado toda su vida.
Aun cuando “Bait” (cebo) se nota que es una película con guion escrito por un hombre, la sensación de atemporalidad y de estar viendo una historia que fluye e innova en el empleo de las imágenes, está muy presente. Ese fascinante tratamiento fotográfico que incluso incluye algunas yuxtaposiciones, además del impresionante nivel de sonido a cargo de Daniel Thompson, le confieren al film una alta categoría y muy recomendable para ver. El contenido de la historia, algún que otro efecto sorprendente y un final inesperado, hacen el resto para que podamos decir que nos encontramos frente a una extraordinaria propuesta cinematográfica.
©José Luis García/Cinestel.com