«Cold War», de Pawel Pawlikowski; la fragilidad y desconcierto del amor

Estrenada en España
El director polaco de cine Pawel Pawlikowski vuelve a dar la sorpresa tras su bien valorada «Ida». Admirable saber que este cineasta es capaz de ofrecer en su continuidad aquello que no se espera de él, y eso es una garantía de éxito ante su altura de miras.
«Cold War» es un relato amoroso y romántico con el que este director pretende hacer un repaso a la esencia misma de eso que llamamos amor, sin que nunca sepamos descifrarlo a través de la palabra.
La película se propone como un viaje emocional entre dos personas que se atraen y se quieren, pero que al mismo tiempo desconocen cómo consumar ese deseo mutuo de modo que toda esa relación sea plena y al mismo tiempo duradera.
Ambientada en los años 50 del siglo pasado y con un blanco y negro imponente, el realizador dibuja un panorama desolador de la Polonia de aquel entonces, marcado por las heridas sin cicatrizar que se habían producido durante la triste II Guerra Mundial.
Viktor (Tomasz Kot) y Zula (Joana Kulig) se conocen en una fiesta rural en honor del camarada Stalin. Él es el pianista de la ceremonia y ambos se enamoran, iniciando un periplo de idas y venidas, encuentros y desencuentros que se alargarán durante las casi dos décadas que abarca la película.
De este modo, «Cold War» es una historia que nos habla acerca del amor y sus vaivenes, fragilidades y desconciertos; y eso está representado a través del relato sentimental de sus dos protagonistas, en una película que no es de acción y que está alimentada por constantes elipsis.
La música no intrusiva en las escenas es otro de los logros del film, pues abarca desde el folclore rural de Polonia, con letras tan anodinas como la que canta una mujer que dice «me quiero casar con un hombre que sea como yo», hasta seductores temas de jazz y de rock & roll que suenan en París. Y todo ello para representar la fascinación que en aquellos momentos se pudiera sentir en ese país de la órbita soviética hacia Occidente.
El acercamiento de «Cold War» hacia el concepto ambiguo del amor es la piedra angular de esta historia metafórica (el director se permite ciertos lujos en ese sentido) que funciona como una obra de arte, con un sonido que no distrae, mientras que las situaciones que vemos van cambiando de forma sucesiva.
La película es ese viaje emocional melodramático que apela a la memoria colectiva y también al amor que surge cuando creemos que el resto del mundo no existe.
©José Luis García/Cinestel.com