«Pabellón 4», de Diego Gachassin; la literatura puede ser trascendental

El director argentino Diego Gachassin sigue el rastro de otro documental anterior suyo, «Los cuerpos dóciles», para volver a introducirse esta vez en el ambiente cerrado de una cárcel, aquí un pabellón con internos peligrosos a quienes se les ha abierto la posibilidad de reinventarse a través de la literatura, un concepto que casa perfectamente con la idea de que las prisiones sirvieran para reinsertar a los presos en la sociedad donde ya deberían de haberse integrado.
«Pabellón 4» es un filme que sigue la iniciativa del abogado y escritor Alberto Sarlo, un idealista en busca de unos objetivos que a priori pueden parecer utópicos, pero que sin embargo albergan la esperanza de que en algunos casos concretos se cumplan, pues la intención sería que algunos de estos chicos puedan reinventar sus vidas con la finalidad de adquirir nuevos bríos y horizontes cuando les llegue el momento de la libertad.
Y dentro de ese penal con garitas que incluyen filas hormigueantes y cuyas paredes poseen placas metálicas a las que les ha salpicado algo de pintura, Gachassin observa con la cámara el proceso de lectura de algunos clásicos literarios, que a su vez se une a otras actividades como son el boxeo y el canto de música rap.
Sarlo querría que las instituciones penitenciarias y el gobierno argentino dedicaran más atención a estos temas, ya que podrían ser una nueva vía de prosperidad futura para unos cuantos presos, al adentrarse de lleno en el terreno de la cultura y de una mejor formación del pensamiento crítico en personas que tiempo antes nunca habrían tenido ni la más remota idea de que alguna vez podrían hacerlo.
Un buen ejemplo de esta posibilidad, lo constituye el ex-preso Carlos Mena, actual ayudante del abogado, quien no sabía ni siquiera leer, pero que ahora acude a prisión a trabajar en esas clases. El director balancea a sus personajes, de modo que al principio le dedica más tiempo al letrado, para volcarse después en la figura del ex-presidiario. Como decisión formal no está mal, aunque con esta fórmula narrativa podrían haber aflorado algunos riesgos; pero Gachassin es atrevido, arriesga y además le sale bien.
Y otra cosa que también es muy positiva en esta historia es que el abogado promotor se ha preocupado de que algunos de los escritos de los reclusos se puedan publicar en forma de libro. Mena es uno de ellos, y además ha podido volver a la cárcel como el primer ex-preso de la Argentina en ser contratado por una institución penitenciaria.
Por otro lado, la parte negativa estaría en las dificultades para extender esta iniciativa a otros centros de reclusión del país, tal como deja entrever el documental, pues esta posibilidad tan sólo se está dando en esa prisión de Florencio Varela. «Pabellón 4» recién se pre-estrenó en el marco de la muestra RDI 10 años + 10 películas de Buenos Aires.
©José Luis García/Cinestel.com