«Fragmentos Rebelados», de David Blaustein; el compromiso político

Estrenada en la ciudad de Buenos Aires
David Blaustein es un cineasta que ya en 1996 dio buena muestra con «Cazadores de Utopías» de su interés por trasladar al cine algunos elementos que conformaban una parte importante de la Historia argentina de las décadas más recientes. Su nueva película documental, «Fragmentos Rebelados», nos introduce en la figura de un conocido dirigente sindical peronista que además fungía como director de cine.
Y se da la paradoja de que muchos de los sindicalistas que estaban con él, desconocían la que era su faceta cinematográfica, al tiempo que los realizadores de cine político preferían ignorar su filiación sindical.
Enrique José «Quique» Juárez fue desaparecido por el terrorismo de Estado en la Argentina el 10 de diciembre de 1976. Hasta entonces había sido coordinador de la federación sindical Luz y Fuerza, fundador de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) y jefe de la «columna norte» de Montoneros.
«Fragmentos Rebelados» sigue la misma fórmula que «Cazadores de Utopías» al apoyar los hechos que desea transmitir al espectador a través de testimonios esenciales, en este caso muy cercanos al singular director, que corroboran y manifiestan quién era Juárez, cómo era su ámbito familiar, en qué ambientes operaba sus ideas políticas en el terreno del sindicalismo, y cuál era su estilo de expresarse detrás y delante de la cámara.
Es Horacio Verbitsky, con su lucidez habitual, quien pone el dedo en la llaga dentro del film sobre la situación que se encontraron estos cineastas a lo largo de toda esa época que les tocó vivir:
«Vivíamos una problemática común en un país en que la libertad de acción artística había llegado a contramano de las libertades civiles» -dice textualmente este periodista y escritor argentino, siempre tan vinculado a los derechos humanos.
David «Coco» Blaustein fue uno de los más ambiciosos directores que ha tenido el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken, y ya desde sus inicios en el cargo, allá por los albores del negro año 2001, tenía la idea de recuperar distintos archivos de películas para que pudieran ser exhibidos de una manera ordenada tras su edición por algún realizador interesado.
El hallazgo de un conjunto de latas de película pertenecientes a Enrique Juárez, algunas de ellas en estado ruinoso como se ve en la película, es un revulsivo que apunta en esa dirección, que no es otra que la de facilitar la recuperación y conservación de testimonios visuales y sonoros de todo un periodo de abrumadoras luchas de clase.
Más allá de las batallas en pos de una igualdad social, la película documental «Fragmentos Rebelados» no descuida el lado emocional, con sensibles declaraciones de Nemesio Juárez, hermano del cineasta y sindicalista desaparecido, o las de los hijos de este autor tan comprometido con la causa de los más desfavorecidos. Sus familiares tienen mucho que decir y aportar acerca de su vida y sobre cómo se sucedieron todos aquellos hechos, a través de lo cual el filme de Blaustein alcanza un gran nivel con ellos en pantalla.
Pero la rueda de testimonios no se detiene ahí, y durante en la película hay pequeñas intervenciones de cineastas vinculados al Cine Club Núcleo como son José Martínez Suárez, Pino Solanas, Dolly Pussy, Cesar D’Angiolillo, Carlos Atkins o Humberto Ríos. Además, Coco Blaustein también incluye referencias a este movimiento latinoamericanista de cineastas de izquierda que contaba con figuras que ya están desaparecidas como Raymundo Gleyzer, Fernando Birri o el cubano Santiago Álvarez, así como con el boliviano hoy todavía con vida, Jorge Sanjinés. Y justamente fue Cuba y el cine del ICAIC quienes llegaron a ser el alma de todo este conjunto de realizadores. De hecho se ve en el filme una foto en Viña del Mar con un grupo de ellos, entre los cuales también se distingue a Alfredo Guevara.
Como dice Nemesio Juárez, después de la muerte de Perón, las cosas se agravaron mucho en la Argentina y hacía falta un cine que diera testimonio de las luchas sociales que estaba librando una parte del pueblo. Su hermano Enrique había trabajado igualmente como actor en el corto «La Desconocida», y además hubo un intento por su parte de rodar una ficción, algunas de cuyas imágenes están asimismo presentes en el documental.
El compromiso de Quique Juárez con las causas justas y decentes, así como su generosidad y el desistimiento a llevar una vida pasiva frente a los problemas colectivos, llegando incluso a privarse de otros caminos personales que a todos nos ofrece la vida, es la clave principal de este filme que nos transporta a una etapa horrible y oscura de la Historia argentina que permanece imborrable en el imaginario colectivo.
©José Luis García/Cinestel.com