“La Hija de un Ladrón”, prometedor inicio de carrera de Belén Funes

Estreno en España
Quizá alguien podría pensar que el debut en largometraje de cualquier cineasta asume en sí mismo la posibilidad de que aflore la inexperiencia en detrimento del conjunto de la película. No es ese el caso de la directora catalana Belén Funes, quien este año desmiente tal posibilidad con su brillante ópera prima “La Hija de un Ladrón”, historia en la que es la primera ocasión que actúan juntos para la pantalla la joven actriz Greta Fernández junto a su padre, el gran actor Eduard Fernández.
El film pone el foco en la soledad de Sara, una chica de 22 años que tiene que cuidar a su propio bebé mientras intenta en vano formar una familia gozosa, tal vez con el padre de la criatura.
Pero resulta que el principal obstáculo para que esos anhelos de su protagonista lleguen a buen puerto es su propio padre, una especie de ratero delincuente que acaba de salir de la prisión.
“Yo soy así, y no lo puedo cambiar”, expresa Manuel (Eduard Fernández) en algún momento de esta película que con mucha sutileza muestra a las claras cómo a este padre le interesa bien poco desarrollar su propio rol dentro de la familia. Y Funes ha sido en ese sentido muy hábil a la hora de desarrollar en el guion del film la existencia de un hermano pequeño de Sara, la protagonista, que es un personaje que parece poco importante, inclusive por el poco tiempo que se le dedica, pero que sin embargo es fundamental para comprender el significado de esta historia que se nos quiere contar.
La realizadora profundiza muchísimo más en esas relaciones paternofiliales entre padre e hija, para acabar mostrándonos las numerosas dudas y contradicciones que ambos tienen, el conjunto de las cuales impide recomponer las bases de lo que sería una familia en armonía; y todo ello a través de un estilo de hacer cine que, como ella misma ha declarado, se nutre de la influencia de cineastas como los hermanos Dardenne o Ken Loach.
©José Luis García/Cinestel.com