«Paisaje», de Jimena Blanco; enfocar la amistad hacia la adultez

Estrenada en la ciudad de Buenos Aires
Productora de largometrajes que suponían un elevado costo de producción, Jimena Blanco debuta como directora con una modesta película que sin embargo posee el valor de reflejar códigos y esquemas de comportamiento que están muy arraigados en nuestra sociedad actual, pues son fácilmente empáticos e identificables.
«Paisaje» es el relato de una noche en común en la vida de cuatro chicas que recién iniciaron su camino hacia la adultez más plena. Una de ellas se ve con un chico que toca en una banda de rock que ese mismo día tiene prevista una actuación en un bar.
La película sigue el recorrido nocturno de estas amigas hasta casi llegado el amanecer. Todas ellas representan distintas formas de ser: extrovertida, callada, tímida, terca,… una variada dispersión de conductas que son en la mayoría de los casos las que acaban forjando una buena amistad pues parece así que cada una cumple un rol en el grupo.
«Paisaje» es una película cuyo guion no es demasiado estricto, ya que se le nota cierta libertad hacia el trabajo de las actrices y eso redunda a su vez en la posibilidad de aligerar las cargas que puedan tener determinados artificios como el de un hecho inesperado que sucede durante su metraje.
Dejar que la noche pase y la posibilidad de llegar a sus respectivas casas familiares lo más tarde posible serían tal vez otros dos puntos importantes sobre los que gira este filme, con unos personajes sobre los que Jimena Blanco profundiza técnicamente aislándolos del resto de cosas y centrándose en ese universo común de compañeras que están tratando de divertirse juntas.
Con sus sinceras virtudes y sus realistas y sutiles incoherencias, «Paisaje» es una historia sobre un grupo heterogéneo de chicas que busca reafirmar su lugar en el mundo.
©José Luis García/Cinestel.com