«Cinema Novo», de Eryk Rocha; cuando se forjó un cine diferente

Uno de los movimientos que contribuyeron a mediados del siglo pasado a forjar una nueva visión dentro del cine brasileño fue el Cinema Novo. Los cineastas que lo integraron querían películas con más realidad, mejores contenidos y un menor coste. Muchas veces estos filmes se hacían con una idea, el boceto de guión, y la cámara en mano. Eso era todo lo que necesitaban para rodar un historia que tuviera como premisa la clara observación de la sociedad y de sus tiempos, siempre evitando el rodaje tipo Hollywood que en su mayor parte se producía en los Estudios.
Eryk Rocha hace con esta película, que fue premiada con el Ojo de Oro al mejor documental en el pasado Festival de Cannes, un homenaje a las personas que contribuyeron a hacer realidad este proyecto, entre ellas su propio padre, Glauber, quien murió a los 43 años habiendo tenido tres esposas y cinco hijos. «Cinema Novo» es un filme documental que hace una superior recopilación histórica.
El neorrealismo italiano y la nouvelle vague francesa eran los máximos referentes de una corriente en la que entre otros estaban los cineastas Joaquim Pedro de Andrade, Nelson Pereira dos Santos, Rogério Sganzerla, Ruy Guerra, Glauber Rocha y Cacá Diegues. Este movimiento estético e intelectual tuvo que coexistir en una parte con la dictadura brasileña surgida en los años 60, sobre la que fue un firme opositor, además de seguir tratando más que nunca en esa época los temas de injusticia social que la caracterizaban, a través de una forma de hacer cine que en Brasil había sido inédita hasta entonces.
«Cinema Novo» es una película válida para dos tipos ambivalentes de espectadores: los que van a recordar escenas clave de muchas de aquellas historias y declaraciones de la mayoría de los directores, y aquellos otros, en especial las nuevas generaciones actuales, que van a conocer, si bien no el fondo o el fundamento de un movimiento, sí las conexiones entre cineastas que supieron captar la esencia de un tipo de cine que se hacía en Europa y que tuvieron la valentía y habilidad de adaptar, cada uno por su cuenta, esas ideas para que encajaran en la forma de ser, el carácter y la singularidad de los brasileños de aquel momento, como si fuera un espejo artístico y en varios sentidos revolucionario.
El documental es un ensayo poético sobre las consecuencias del movimiento de cineastas, pero también político, pues su mayor apogeo como grupo se produjo justo al comienzo de una dictadura que combatieron y que duró 21 años. Eryk Rocha ofrece aquí una buena película recopilatoria que se dio a conocer en Cannes en unos momentos bastante complejos para el Brasil de 2016.
©José Luis García/Cinestel.com