«Llamas de Nitrato»; apuntes sobre la tormentosa relación de Carl Dreyer con su Juana de Arco

Estrenada en Buenos Aires, cine Gaumont, el 14 de enero 2016
María Falconetti (1892-1946) fue la actriz francesa que interpretó el rol principal en la mítica película muda del cineasta danés Carl Dreyer, «La Pasión de Juana de Arco». Con el fin de conseguir las imágenes de gran emotividad y angustia de su personaje, el director se comportó con ella como un canalla para lograr el resultado deseado a partir de su particular interpretación de la «actuación de método». El impacto en esta mujer fue tan tremendo que nunca más quiso saber del cine y se dedicó de lleno al teatro, además de que Dreyer jamás volvió a contactar con ella para proponerle un nuevo papel. El argentino Mirko Stopar reúne en el documental «Llamas de Nitrato» distintos fragmentos de la película y de cintas magnéticas de audio grabadas en aquellas épocas que describen la deriva emocional de la actriz hasta su muerte.
El documento visual y sonoro incursiona a fondo en un periodo de la vida de Falconetti de poco más de dos décadas, desde los luminosos años de gloria como estrella teatral en el París de los años 20 del siglo pasado, hasta sus oscuros últimos días en la Buenos Aires de los 40. «Llamas de Nitrato» explora los mecanismos que provocaron que el trabajo como actriz de esta mujer, y en particular esa experiencia profesional tan traumática con Dreyer, llegara a influenciar tanto su devenir personal, hasta el punto de motivar su gradual autodestrucción.
La única copia que se dispone de «La Pasión de Juana de Arco» (1928) fue encontrada en el sótano de un manicomio en la capital de Noruega, país que coproduce el documental junto con Argentina. A Falconetti no le gustó la película cuando se estrenó porque consideraba que no había nada de ella en la pantalla y pensaba que todo lo que se veía era la mirada abstracta del pensamiento de Dreyer, quien pretendió con esta historia «componer un himno al triunfo del alma sobre la vida».
El filme es totalmente mudo y tuvo muy poco éxito en el momento del estreno, entre otras cosas porque coincidió con la novedad y el consiguiente auge del cine sonoro. Más tarde vinieron censuras, incendios que afectaron a las copias definitivas y reediciones posteriores con material sobrante, hasta el hallazgo en 1981 de una copia del montaje original, que se creía perdido, en el Sanatorio Mental Kikemark Sykeus de Oslo.
Dreyer era un déspota intratable. Muchos de sus actores y técnicos no lo aguantaron y decidieron abandonarle por sus métodos humillantes. Stopar llega a la conclusión en este interesante documental de que Falconetti y Dreyer fueron dos grandes profesionales obsesionados por la perfección de su trabajo. La actriz perdió la fe en la gente porque vivió enormes contratiempos que el filme se encarga de enumerar al detalle. Tras haberse dedicado después al teatro, su definitiva caída profesional prefiguró también su derrumbe personal.
©José Luis García/Cinestel.com