«El Novato», de Rudi Rosenberg; clases, adolescencia y pandillas

Estrenada en España
Existe un periodo ubicado a medias entre la infancia y la adolescencia por el que todos hemos pasado y donde los contrastes que se generan son muy marcados, al tiempo que pueden llegar a alternarse diversiones y conflictos de diferentes tipos. El actor y realizador francés Rudi Rosenberg aborda este tema tan difícil de tratar en el cine con una soltura que sorprende, en lo que sin duda es una de las películas más interesantes y bien hechas que se han hecho en el universo estudiantil, que aquí se retrata con mucha precisión, mezclando elementos que provocarán que muchos adultos la puedan ver con cierta añoranza, mientras que los adolescentes actuales también se puedan sentir identificados.
El comienzo del filme no es fácil, pues Benoît, el protagonista, tiene con cierta timidez que lidiar con ese sentimiento genérico que en según quienes se reproduce, de que ha llegado un bicho raro a romper el equilibrio del conjunto de compañeros.
Él es el novato del título, un chico de catorce años que procede del exterior de París y se siente aislado en ese centro hasta que conoce a Johanna, una nueva compañera sueca que también acaba de entrar a formar parte del alumnado. Tanto su relación con ella como la presencia en su vida de un tío padrino adulto que le da consejos y al que admira, le comenzará a proporcionar posibilidades de hacer amistades en alguna de las pandillas que coexisten o se van formando en el Instituto.
Rudi Rosenberg ha hecho una dirección y un montaje de las escenas portentoso en el que muestra realismo y autenticidad dentro de temas como los intentos de humillación y crueldad iniciales o la aceptación de quienes son diferentes (gordo, empollón, discapacitada, …). Por suerte la película divaga acerca del tema del acoso del que es objeto inicial el chico para introducirse en otros asuntos menos duros, porque Benoît se va integrando en la clase y en un grupo concreto de compañeros muy especiales todos. Una parte del aula sigue, eso sí, la tendencia habitual a divertirse portándose mal, inclusive desafiando a los profesores.
«El Novato» es ágil en su narración y parece ambientada en la actualidad, aunque tiene algunos puntos retro como el de la música, aderezados con bastante buen humor y complicidad a lo largo del filme. El director comentaba en una entrevista que la película se rodó durante 250 horas en total, y que se necesitaron 7 meses para completar el montaje. Durante ese amplio tiempo de filmación, los chicos elegidos mediante casting llegaron a formar una pandilla de verdad. El resultado es extraordinario.
©José Luis García/Cinestel.com