«Viva», de Paddy Breathnach; drama familiar rodado en La Habana

Es la primera vez que Irlanda concurrió al codiciado Oscar a la Mejor Película Extranjera en lengua no inglesa con una película rodada en su integridad fuera del país. Con «Viva», Paddy Breathnach nos acerca su visión propia sobre aquellos ambientes que él ha conocido en la capital de Cuba. La Habana es aquí un personaje más de un filme cuyos intérpretes son casi en su totalidad cubanos y algunos de ellos bien conocidos. Están Jorge Perugorría y Luis Alberto García en papeles muy relevantes dentro de la historia, aunque el joven Héctor Medina es quien figura en el centro del relato y es seguido por la cámara en casi todo el metraje. Con la producción ejecutiva de Benicio del Toro, «Viva» nos conduce por la vida difícil de un joven habanero de 18 años cuyo padre los abandonó cuando tenía 3, y tiempo más tarde falleció su madre. Jesús es un chico que está intentando encontrar su verdadera identidad cuando un día de repente aparece su padre, a quien no conocía.
Ángel (Perugorría) fue un exitoso boxeador que en pleno apogeo de la fama mató a una persona en una pelea callejera cuando Jesús era niño. Tras 15 años en la cárcel reaparece de nuevo en la vida de su hijo, quien para sobrevivir corta el pelo, se prostituye como jinetero, y aspira a formar parte de la plantilla de artistas drag queen de un club regentado por Mama (Luis Alberto García). Al padre le cuesta aceptar que su hijo quiera exhibir su homosexualidad en público.
Pese a un par de casualidades dentro de la historia que podrían llegar a parecer demasiado casuales, la película goza de un notable trabajo de los actores que siempre se mueven en torno al protagonista. Breathnach acostumbra a fundir distintas escenas intercalando excelentes vistas panorámicas de La Habana, y lo que nos queda claro desde un primer momento es que el filme ha sido pensado y perfeccionado por un foráneo, no tanto por su lenguaje, en donde los actores al ser casi todos locales incorporan distintos modismos autóctonos que favorecen el resultado final, sino más bien en ciertas visiones del conjunto. La música fluye con profusión a lo largo del filme y va desde el bolero más clásico hasta el estilo chumba-chumba más actual. «Viva» trata temas como la lucha diaria por la supervivencia, la paternidad, la familia y las amistades.
(José Luis García)
Notas del director

Paddy Breathnach
Me inspiré para hacer «Viva» cuando vi algunos shows de drags en La Habana. Una hoja colgaba en un patio trasero suburbano y una sola bombilla de luz creó un teatro y un mundo de sueños de la nada. Este poder de transformación y de creación fue impulsado por un deseo de expresar la identidad en una voz pura, apasionada y sin prejuicios. Era embriagador.
Yo quería tomar ese expresivo tono romántico y colocarlo en un mundo de cine naturalista. Cuando descubrí la gran riqueza del talento interpretativo cubano me permití fomentar esa mezcla de un tono emocional exuberante y una estética de autenticidad y naturalismo aún mayor.
El guionista Mark O’Halloran y yo queríamos explorar el tema de la transformación y la alquimia de la conexión a verdades más profundas mediante el uso de artificios. El corazón de la historia es una batalla por la identidad y el amor entre un padre y un hijo. La voz femenina quejumbrosa romántica que suena en la colección de discos de la madre de Jesús casi sirve como otro personaje y ocupa un orden superior que inspira a los hombres del relato para llegar a ser verdaderamente ellos mismos. Quería contar una historia donde encontramos la luz en un lugar oscuro y donde lo que se percibe como una debilidad se transforma para ser visto como la fuerza.
(Paddy Breathnach, director de la película)