«Return to Homs» de Talal Derki; obligados a usar las armas

Obtuvo el Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance y más recientemente el de Mejor Película en una nueva edición del DocsBarcelona. Talal Derki es un realizador sirio nacido en Damasco que se ha convertido en un gran recopilador de testimonios sobre la crudeza de la revolución en Siria que enfrenta a sus habitantes en una Guerra Civil. Ha sido reportero de vídeo para numerosas agencias internacionales y éste es el tercer largometraje en el que aborda esta muy grave problemática. En todo momento empleó un nombre falso para poder rodar sus películas antes de tener que abandonar el país con su familia.
Rodada entre agosto de 2011 y agosto de 2013, el filme es un retrato íntimo de un grupo de jóvenes revolucionarios en la ciudad de Homs, al oeste de Siria. Ellos sueñan con que su país quede libre del presidente Bassar al-Assad y encaran su lucha por la justicia a través de manifestaciones pacíficas. A medida de que el ejército combina acciones cada vez más brutales contra la población y las calles se transforman en una ciudad fantasma, los jóvenes se vuelven insurgentes armados.
Los protagonistas son dos amigos: Basset, un chico con carisma de 19 años de edad, portero de la selección nacional de fútbol cuyas canciones revolucionarias llevan la voz del movimiento de protesta, y el activista en los medios y camarógrafo Ossama a quien vamos a ver con la cara difuminada durante la película. Su trabajo de cámara, casi siempre en primer plano, nos va a llevar directo a la esencia de lo que son las motivaciones y el sentir del grupo. Escenas de animadas fiestas de protesta dan paso a las de carreras en las que los civiles entran en pánico, seguidas de batallas sombrías en una ciudad desierta.
Pronto nos daremos cuenta de que estos chicos nunca desearon la guerra, sus métodos reivindicativos pasaban inicialmente por el respeto y las propuestas dialogadas junto a sus conciudadanos, pero la violencia del ejército los ha desbordado y no han tenido más remedio que tomar las armas para defenderse. Aun así, el resultado es patético, dramático y doloroso, y en el documental vamos a ver cómo los amigos de Basset van a ir cayendo muertos poco a poco, en algún caso sin que a los demás se les permita salir ni siquiera a retirar el cadáver de la vía pública. De vez en cuando, el director hace un comentario en voz en off: «El mundo está viendo cómo los están matando uno por uno, mientras reina el silencio como en las tumbas» -dice en algún momento.
«Return to Homs» es un arriesgado trabajo que nos acerca a la masacre y a la tragedia con soldados arrastrándose a través de las alcantarillas, batallas desesperadas, y sobre todo muertos por las calles y edificios de civiles con el frontal abierto y desnudo que evidencian lo inexplicable de la ambición y el despotismo humano. Las escenas hablan por sí mismas y es difícil explicar la sensación de horror que se tiene y el terror al que están sometidos los habitantes de ese lugar. La justicia internacional debería de funcionar con las flagrantes evidencias que aquí se exponen a modo de imágenes.
©José Luis García/Cinestel.com