«Saldaño», de Raúl Viarruel; un «sueño» transformado en pesadilla

La emigración económica fue y sigue siendo uno de los puntos que mayores problemas genera, en especial a la hora de adaptarse a las nuevas condiciones que el inmigrante encuentra en su lugar de recepción y acogida. Víctor Hugo Saldaño marchó de su casa en la Argentina hace mucho tiempo y allá por el año 1995 cometió un crimen por el que fue condenado dos veces a la pena de muerte. Familiares, abogados y diplomáticos argentinos iniciaron todo tipo de trámites para tratar de conseguir que se le conmutara la pena, pero en Texas, a los delincuentes jóvenes, negros e hispanos siempre se les aplica la «peligrosidad futura» a la hora de que el juez decida la condena tras el veredicto de culpabilidad al que haya llegado un jurado popular.
El periodista y realizador cordobés Raúl Viarruel está convencido de que éste es un emblemático caso de millones de inmigrantes que sueñan con transformar su vida de pobreza y marginación; lanzados hacia las falsas promesas de un cambio en apariencia mágico pero trágico en la realidad.
– Qué paradoja entre la lógica de que un crimen es algo malo y condenable por la justicia, y la contradicción de que esos mismos jueces puedan sentenciar una muerte. ¿No existe en Texas una demanda social para cambiar esto?
Efectivamente, la aplicación de la pena de muerte implica una contradicción filosófica. El Estado se equipara a quien pretende castigar causándole la muerte, revistiendo su decisión bajo el manto de una aparente legalidad. Sin embargo, esta aparente legalidad no elimina el hecho fundamental de quitar una vida. Existen en Texas, como en otros lugares de Estados Unidos, grupos que luchan contra la aplicación de la pena de muerte, pero tienen un carácter minoritario frente a la opinión dominante de la sociedad, que esta de acuerdo en mantener ese sistema.
– Tampoco parece que la aplicación de la Constitución de los Estados Unidos haya sido capaz de resolver los problemas de xenofobia hacia negros y latinos. Su preámbulo asegura que se busca «promover el bienestar general y asegurar para nosotros mismos y para nuestros descendientes los beneficios de la Libertad». Pero como se especifica en el documental, ¿eso se aplica discriminatoriamente a la hora de abordar las garantías legales de algunos residentes?

Raúl Viarruel
El sistema constitucional y legal de Estados Unidos se proclama en teoría como el más “garantista del mundo”. Pero en los hechos queda demostrada la lesión de derechos para los sectores más vulnerables de su sociedad, constituido por los pobres e inmigrantes que no están en condiciones económicas de obtener una adecuada defensa legal. La población mayoritaria de las cárceles estadounidenses está compuesta precisamente por ese núcleo social. Luego, en los procesos judiciales, la indefensión se prolonga como consecuencia de esa falta de recursos. Sin dudas también, el modelo capitalista por excelencia que representa Estados Unidos, no admite a personas que no están en condiciones de alcanzar el modelo de éxito, que es su estilo de idiosincrasia.
– Usted es periodista. ¿Considera que éste es un documental de corte periodístico? ¿Qué ayuda recibió de dos expertos del género como son Carmen Guarini y Marcelo Céspedes?
Este documental tiene un neto corte periodístico, ya que esta planteado como una gran crónica del caso, con sus implicancias jurídicas y diplomáticas, en el marco de la historia personal de Victor Hugo Saldaño y las aberraciones que impone el sistema judicial norteamericano. Sin dudas, el aporte de Carmen Guarini y Marcelo Céspedes, ha sido de gran ayuda para lograr plasmar la idea en términos cinematográficos y de guion.
– ¿Cuál es la situación de Saldaño en estos momentos?
Victor Hugo Saldaño se halla recluido desde hace 18 años en el Corredor de la muerte de Texas (Cárcel de Allan Pollunksy), sometido a un severísimo régimen de aislamiento y presión propio de este tipo de lugares (a los que deben sumarse otros dos años previos de reclusión en cárcel común hasta la llegada del primer juicio). En términos legales, existe un habeas corpus presentado ante la justicia de Estados Unidos, pidiendo la realización de un tercer juicio y reclamando que se declare a Saldaño, “paciente psiquiátrico” en virtud de su deterioro mental, producto de ese encierro. Dicho recurso judicial ha sido presentado hace mas de cinco años y todavía no ha sido respondido. Por otra parte, en términos diplomáticos, recientemente el Estado Argentino adhirió al pedido de la defensa legal de Saldaño, solicitando la condena a Estados Unidos ante organismos internacionales, por su violación a los Derechos Humanos en este caso.
©José Luis García/Cinestel.com