«La Sal de la Tierra»; influencias de su propia obra en Sebastião Salgado

El poder cada vez más creciente que la imagen ha ido teniendo en nuestras vidas está fuera de toda duda pero, sin embargo, en algunas ocasiones necesitamos que el creador de las mismas nos explique su significado para que podamos hallar respuesta a esa curiosidad por conocer su más auténtica dimensión. Sebastião Salgado es un conocido fotógrafo brasileño que desde muy joven se sintió atraído por la aventura del conocimiento de otras realidades diferentes a la suya. Su hijo mayor Juliano Ribeiro Salgado y Wim Wenders dirigen una película fascinante sobre la mayoría de su obra.
Siendo joven, Salgado estaba destinado por deseo de su padre a concluir estudios de economía y de hecho estuvo trabajando para la Organización Internacional del Café. Muy pronto abandonó esas tareas para dedicarse de lleno, y ya toda su vida, al mundo del reportaje fotográfico enfocado desde su perspectiva intuitiva, vocacional y autodidacta. Emigró primero a Francia y luego a Londres, desde donde trabajó para algunas agencias hasta que creó la suya propia.
El inicio de la película está señalado por unas impresionantes instantáneas en blanco y negro tomadas a principios de la década de los 80 del siglo pasado en Serra Pelada, que fue la hasta hoy mayor explotación de oro a cielo abierto del mundo, y que se editaron en un álbum llamado «Workers». Las condiciones en las que se allí se trabajaba para su extracción eran de esclavitud en la práctica, aunque se trataba de trabajadores contratados. Salgado va explicando la magnitud de aquella explosión demográfica inmigratoria que acudió a trabajar, y en algunas partes del film también se escucha la narración en off the Wim Wenders y Juliano Ribeiro.
Seguidamente el documental pasa a desglosar uno por uno los puntos del planeta donde el fotorreportero fue sucesivamente poniendo el foco de su cámara, con imágenes que comienzan en Papúa y en Indonesia para trasladarse al periodo que abarca desde los años 77 al 84, que denominó «Other Américas», y que transcurre en Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia y en Chihuahua (México) con los nativos Tarahumara. Salgado inmortalizó fracciones de segundo en la vida de esas personas con su estilo de vida y sus problemáticas de subsistencia.
«La Sal de la Tierra» también transporta al espectador en algunos pequeños momentos a lo que es el acercamiento físico sigiloso y camuflado a algunas especies como el oso polar, las morsas o la ballena que normalmente desconfían de los humanos, para retratarlas con la cámara del protagonista.
El filme contiene una parte muy dura que se corresponde con sus experiencias en África en dos épocas distintas y que quedaron plasmadas en un álbum publicado bajo el título de «Éxodus» en el que refleja, por ejemplo, la crudeza de los traslados forzosos de tutsis ante el exterminio planificado en Ruanda en 1994 por parte de los hutus. Precisamente esas fotografías provocaron algo de descontento y críticas de quienes consideraban que Salgado estaba utilizando de manera cínica y comercial la estética de la miseria humana. El fotógrafo busca redimirse del dolor que le provocaron esas opiniones y aquí trata de explicar en primera persona el significado de esas imágenes con sencillez y con emoción contenida en algunos instantes. Su periplo africano dio paso a su estancia de un año en pleno conflicto de la antigua Yugoslavia.
Sebastião Salgado se revela en esta película como un fotógrafo social muy comprometido y un testigo riguroso y profesional de la condición humana, quien piensa que todo el mundo debería de mirar estas imágenes para ver lo terrible que es nuestra especie, en vista de que su conclusión es que los humanos somos un animal feroz extremadamente violento incapaz de dejar las cosas como las hemos encontrado y de reconocer que quizá la eternidad es mesurable.
Por supuesto que la mano y la sabiduría que tiene Wim Wenders en el audiovisual ha sido imprescindible para forjar un documental con múltiples capas que se relacionan convenientemente y en el que el protagonista ha sabido explicar la génesis de sus trabajos fotográficos y transmitir las emociones que le provocan.
©José Luis García/Cinestel.com