El guionista debe recurrir a la literatura

*Por Daniela Espejo, México D.F. Senel Paz, escritor, dramaturgo y guionista cubano, responsable de la escritura cinematográfica del film “Fresa y Chocolate” (Tomás Gutiérrez Alea, 1993), estuvo presente en dos charlas del encuentro. En un primer momento, dialogando sobre las historias que se cuentan en Iberoamérica, las que urgen y las que merecen ser contadas. Luego participó de un panel sobre narrativa y dramaturgia en el cine de la región.
Apenas le cedieron la palabra, recordó aquel mítico Festival de Cine Latinoamericano celebrado en 1967 en Viña del Mar, Chile, en el cual autores de la talla de Fernando “Pino” Solanas, Santiago Alvarez, Raymundo Gleyzer, Glauber Rocha, Jorge Sanjinés y muchos otros participaron activamente. En aquel festival, los ideales del socialismo se encontraban muy vigentes. El deseo de aunar fuerzas entre los cineastas latinoamericanos para luchar por la integración, contribuir al desarrollo de las culturas autóctonas contra el imperialismo y de comprometerse por contar las historias de nuestros pueblos fueron los objetivos base que se proclamaron en aquel encuentro.
Casi 45 años después, el cine latinoamericano sigue persiguiendo la integración. Senel Paz defendió la idea de contar todas las historias, tratar todos los temas y todos los personajes. “El escritor latinoamericano no debe estar condenado a contar solo historias que representen los estereotipos de su cultura”. Para el guionista, es interesante trabajar con una dramaturgia de riesgo, experimentación y búsqueda, pero también las nuevas estructuras se agotan. “Considero que la estructura aristotélica de comienzo, nudo y desenlace es la que más perdura en el tiempo”.
¿Cuál sería la responsabilidad del guionista? “Como todo artista, somos intelectuales. Es necesario contribuir a la formación del público. Despertar la necesidad de arte que tiene todo ser humano”. Sin embargo, el peligro o dificultad de todo cine político es el de caer en la ilustración panfletaria de una idea.
Además de su actividad como cuentista y guionista de cine, Paz se desempeñó como docente a cargo de la cátedra de Guión en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV). Consultado respecto de las falencias de los estudiantes, comentó: “Me parece que los estudiantes de cine saben más filmar que narrar. Está más interesado en aprender a filmar y ponerse al tanto de todas las novedades técnicas que a narrar las historias. Creo que hay que revertir eso enfocándonos a un contacto más intenso con la literatura, la filosofía y el conocimiento humanístico, de manera que el cineasta no solo sea un artista sino también un intelectual”.
“Es necesario que el escritor tenga espontaneidad y honestidad, pero no es posible dejar de lado el oficio. De hecho, el dominio del lenguaje es que hace al guionista libre para crear”. En este sentido, Paz se definió como un literato y destacó la importancia de que el guionista de cine no olvide los recursos de la literatura para anclar su trabajo. “Es absolutamente necesario para el guionista ir a la literatura. En el uso del narrador se abren unas posibilidades infinitas para el discurso narrativo del cine”.