SomCinema: para Álex Montoya “Lucas” es “una peli muy pudorosa”

Aquellas películas en las que la inminencia de lo fortuito suele ser bastante atrayente para los espectadores, suelen aparecer de vez en cuando en nuestras grandes pantallas. Y una de ellas es “Lucas”, una historia con un trasfondo perturbador sobre la relación entre un hombre maduro que no sabe muy bien quién es y qué ser quiere en la vida y un joven de 15 años, Lucas, que sufre acoso escolar y se pirra por tener una moto con la que poder desplazarse.
El director Álex Montoya estuvo presente en el SomCinema, Festival de l’audiovisual català que se celebra todos los años en Lleida.
El filme narra el encuentro entre esas dos personas solitarias de muy diferente edad que mantienen una especie de pacto para conseguir distintos objetivos en sus atribuladas vidas. La naturaleza real de su relación queda aquí oscurecida por el pudor.
Álvaro es un tipo adulto que busca crearse perfiles ficticios en redes sociales con la finalidad de chatear con chicas jóvenes. Para ello contacta con Lucas con la finalidad de que le ayude a crear identidades falsas en esas plataformas de internet. En realidad, nunca queda claro en la película si este personaje es un pedófilo, un pederasta o alguien que pretende revivir sus tiempos de juventud conversando con gente de esa edad.
Sobre el protagonista que le da el título a la película, Lucas es un chaval que se ha quedado huérfano tras el fallecimiento de su padre biológico. En cuanto desaparece la mayor fuente de ingresos de la familia, su madre deja de atenderle como debe e inicia la relación con otro hombre, todo lo cual repercute en el protagonista del film.
Ahí comienzan las dificultades del chico para seguir estudiando en un colegio privado, ya sin dinero y en un entorno muy tóxico, en tanto que la nueva pareja de la madre es alguien que quiere hacerse rápidamente con el control de todo lo que sucede en la casa.
Con la aparición de esta especie de padrastro tan deleznable, el guion coloca a Lucas en una situación imposible y eso le hace intentar buscar una salida de manera desesperada.
Es importante destacar que esta película deriva de un corto que se estrenó hace ya algunos años. El proyecto inicial del mismo era que debería haber sido un largometraje desde un principio, pero la falta de financiación les obligó a sintetizar toda la historia de aquella manera. Ahora se presentó por fin la oportunidad de desarrollarlo como estaba previsto.
Álex Montoya responde las preguntas de Cinestel tras la exhibición de la película en los ScreenBox de Lleida:
– Cuando te planteaste el guion de “Lucas”, ¿consideraste que estabas tratando un tema que puede llegar a ser polémico para determinados sectores de los espectadores?
Sí, lo que pasó es que el corto lo hice en 2014 y era mucho más polémico y atrevido. Ahora que soy más mayor y tengo hijos y tal, me resultaba más duro hacerlo también. La cuestión era cómo tener a ese personaje, el hombre que “ayuda a Lucas” y tratar de ver cómo funciona. Pero bueno, esa repercusión que pudiera tener el film sí que me ha preocupado, aunque creo que la peli se explica bastante bien a sí misma y de hecho ganó un premio del público en Málaga, lo cual me tranquilizó mucho porque me di cuenta de que es una historia que se entiende muy bien y en ese sentido, no necesita mucha defensa.
– Aquí Lucas está sustituyendo la figura paterna por otra relación con una persona adulta que en principio no tendría porqué ser algo sexual.
Así es, él se encuentra con este tipo que le ayuda y esa es la paradoja que yo quería contar: que la figura que más empatiza con Lucas y le entiende es el tipo menos pensado. Ésa era la idea que manejábamos desde un principio.

Álex Montoya, director de “Lucas”
– Y ese adulto no es una persona agresiva…
No, además yo escribí toda una biografía sobre este personaje. Es un tipo cultivado de una familia bien de Castilla y León, y yo contaba toda su historia en varias páginas. Y eso se nota en la película en el contraste con el novio de la madre, ya que él es quien escucha al chico y le entiende. Ahí viene la mayor tensión de la historia, en una yuxtaposición que yo creo que es imprevisible y que funciona bien.
– A mucha gente lo primero que le viene a la cabeza con estos temas son los casos de pedofilia que han ocurrido en la Iglesia Católica. Pocos cineastas han osado tratar o insinuar temas así. Larraín es uno de ellos. ¿Tú te atreverías?
Yo me he vuelto muy pudoroso con la edad y la peli es muy pudorosa también; evita las partes más sórdidas a propósito. Pero Larraín también lo hacía en su peli de “El Club” porque era una narración del después, donde juntan a esa gente en una especie de casa perdida y se cuenta las interrelaciones entre ellos, con algún asesinato que ocurre por medio, pero es todo muy elíptico también, como ocurre en “Lucas”.
– Tu personaje principal, Lucas, tiene cojera, lo cual acrecienta la posibilidad de que pueda tener algún tipo de complejo, ¿no es así?
Claro, él tiene problemas en el cole por ese motivo a raíz del accidente y también se encuentra en una situación de indefensión. Esa circunstancia argumentalmente me venía muy bien, de modo que no pudiera ser fácil para él huir de la casa en la albufera. Así estaba todo pensado previamente en el guion.
– La elección del actor joven me parece fundamental. Él es un chico talentoso que hace una actuación tremenda. ¿Tuviste que buscar mucho para encontrar a Jorge Motos?
No mucho. Desde el principio estaba en nuestro punto de mira porque por temas de subvención necesitábamos un actor valenciano y a pesar de que hicimos pruebas a muchos chavales, desde el principio conocíamos a Jorge, ya que aun siendo tan joven él había trabajado mucho ya, tanto en una serie de À Punt como en varios secundarios; el tío se estaba moviendo muy bien y esa técnica y experiencia que ya tenía era fundamental para la peli, porque como no teníamos mucho tiempo para el rodaje, necesitábamos un actor que rápidamente nos diera una toma buena.
En ese sentido, Jorge ha cumplido con creces porque aparte de su destreza, también contiene una sensibilidad. Yo creo que te hace empatizar muy fácilmente con él.
– ¿Y el guion lo planeaste desde un principio de una manera calculada para seguirlo milimétricamente, o luego hubo que hacer gran parte de la composición en el montaje?
Hay mucha composición en montaje y el guion cambió bastante antes de empezar a rodar. Era más violento en un primer momento, había un asesinato a mitad de película con un final mucho más trágico, pero la estructura básica era la misma: plantear la situación de Lucas, su posterior encuentro en esa relación que empieza a desarrollarse y en un momento dado los dos huyen a esa casa abandonada en la albufera, donde empiezan a conocerse un poco mejor.
– ¿Los procesos de producción y distribución fueron los adecuados, dados lo tiempos que corren?
“Lucas” fue un poco víctima de la pandemia. Aparte de que nos quedamos sin dinero, la tuve que montar en mi casa durante muchos meses y prácticamente se iba a quedar en el cajón, pues aparte de la emisión en À Punt, que nos compró los derechos desde un principio, no teníamos economía para hacer nada con ella y estrenarla en cines, pero por suerte Televisión Española la compró a principios de año y eso nos ha permitido toda la carrera que ha tenido posteriormente para su estreno en cines con Begin Again, con un dinero que nos ha venido muy bien para poder distribuir la película y que se conozca.
©José Luis García/Cinestel.com