«Siempre Alice» con Julianne Moore; la gravedad del olvido prematuro

«Siempre (Still) Alice» es una película que aborda con mucha verdad y certeza uno de los problemas sanitarios más preocupantes en la actualidad a través de una profunda inmersión de la actriz Julianne Moore en su personaje, una profesora de Lingüistica en la Universidad de Columbia, en Nueva York, a quien le comienzan a surgir algunos olvidos durante el día y le diagnostican la grave enfermedad de Alzheimer a una edad muy precoz para lo que es habitual en la mayoría de los casos que se producen, cada vez más numerosos y que se relacionan con el incremento de la esperanza de vida que ha tenido la humanidad en las décadas recientes gracias a la acción de la medicina. Se trata de una alteración terminal, incurable, y que acaba aislando al paciente del mundo que le rodea.
El filme es la adaptación de la novela de idéntico título, Still Alice de Lisa Genova, publicada en muy diversos países. Sus directores Richard Glatzer y Wash Westmoreland adoptan de ella su mismo punto de partida, un viaje a Los Ángeles que efectúa la protagonista para dictar una conferencia y durante su comparecencia sufre un pequeño percance que consiste en que al olvidarse de una palabra clave, tarda un poco en encontrar otra para poder continuar. De ahí en adelante, la historia continúa con otras omisiones involuntarias de Alice hasta que pide una cita con el neurólogo quien, tras las pruebas correspondientes, le diagnostica sin ningún genero de dudas el padecimiento de este grave desorden cerebral.
La parte fundamental de la película está obviamente dedicada a las consecuencias que tiene ese diagnóstico en sus relaciones personales y profesionales, tanto en lo que respecta a su marido, interpretado por Alec Baldwin, como a sus tres hijos que tampoco pueden dar crédito a lo inusual y prematuro que es que una mujer que acaba de cumplir 50 años haya llegado a esa situación.
En «Siempre Alice» es muy remarcable la estudiada y trabajada actuación de Julianne Moore en la piel de una mujer que viendo aún lejana la llegada de su vejez, se topa con una enfermedad degenerativa que va a minar progresivamente sus facultades cognitivas. La película contiene además una ligera trama de thriller que permanecerá amenazante hasta su resolución final y que en absoluto se aleja de la honestidad narrativa que tanto la novelista como los directores de la cinta le han dotado a esta historia.
Buenas actuaciones, precisión y rigor es un cóctel oportuno para conocer a través de Alice los entresijos de esta temible y devastadora enfermedad, emocionalmente muy dolorosa. La exposición del tema ha sido hecha desde una visión muy inteligente y algo distanciada, tanto para no desviar la atención hacia otro lado como para no profundizar en la pena que hayan padecido algunos familiares de enfermos que puedan ver el film: aquí contemplamos el problema desde una familia acomodada, ambos miembros del matrimonio con estudios y con los pies en la tierra hasta el diagnóstico de ella, y nos hallamos ante la contradicción, cosas de la vida, de una mujer que siempre se ha dedicado a hablar sobre la comunicación oral en sus clases, pero que ahora no se puede expresar como debería con todo el potencial de su preparación claramente disminuido.
©José Luis García/Cinestel.com