«Todos tus muertos» de Carlos Moreno; una historia entre la comedia negra y el absurdo
«Todos tus muertos» relata la historia de Salvador quien decide levantarse muy temprano y comienza a trabajar en su parcela como un día cualquiera, un domingo de elecciones. Es un campesino humilde, pero obstinado y escéptico, que hace poco caso de la algarabía y el alboroto que se ha armado en el pueblo alrededor de la reñida elección del alcalde. Pero su rutina cambia sorpresivamente: durante la madrugada alguien ha entrado en su terreno y ha arrojado varios cadáveres que se amontonan macabramente en medio de sus cultivos.
Salvador, lleno de preocupación y rabia, va hacia el pueblo a denunciar la masacre, pero el alcalde y el comandante de la policía, como prudentes autoridades, deciden no avisarle a nadie ni encender alarmas para no perturbar los comicios. Una vez que llegan a la parcela del campesino y enfrentan la grotesca situación se dan cuenta que están al borde de un escándalo de orden público y, en ese preciso día, de un estrépito político. Los tres hombres tienen por delante calurosas y tensas horas para decidir qué hacer con la montaña de muertos.
El director colombiano Carlos Moreno relata a Cinestel los detalles del film y su visión del cine:
«Nosotros desde el comienzo teníamos el objetivo de hacer una película bajo una premisa muy simple aunque fuera una película pequeña en todos los sentidos de la palabra y la realizáramos pocas personas, que fueran pocas locaciones y que fueran pocos personajes y el objeto de esto era precisamente no tener un presupuesto muy grande porque sabíamos que la película de todas maneras tenía una intención experimental bastante grande en el sentido de la dramaturgia y aborda temas políticos que a la hora de enfrentarlo al público colombiano que es como al parecer regresaría el dinero de la película, no se corrieran riesgos muy grandes. Ese fue el objetivo principal de la concepción de «Todos tus muertos».
– Usted dice que la película raya la comedia negra y el absurdo pero, no obstante, en el Festival de Sundance ha sido premiada más por la fotografía que por el contenido narrativo en sí, aunque cada quien tiene su propio criterio. ¿Qué es entonces lo que más destacaría usted? ¿La fotografía o la parte interior y más narrativa de la historia con su propio significado?
Yo sería injusto si optara por la forma de ganar contenido porque yo creo que ambas cosas se cuidaron mucho. Obviamente el haber ganado ese premio de fotografía fue importante y nos dio la razón sobre todo porque seguíamos esa premisa mínima de la que hablaba antes y que era hacer la fotografía con la luz natural y jugar con la luz del sol buscando los momentos apropiados para rodar.
Eso obtuvo un resultado que yo creo que es un reconocimiento a un esfuerzo muy grande que hizo el director de fotografía y que hicimos todos realmente aunque yo creo que el camino de la película apenas está comenzando y probablemente las reseñas han sido generosas con este trabajo y en el fondo yo creo que se logrará ese equilibrio de que ambas cosas sean reconocidas. Yo personalmente estoy satisfecho.
– ¿Se puede decir entonces que usted ha querido hacer algo diferente a lo que fue su anterior trabajo «Perro come perro»?
«Perro come perro» era una ópera prima ‘pequeña’ porque no era una producción muy grande y estábamos en esta ocasión en «Todos tus muertos» saliéndonos un poco de género, del thriller, y nos fuimos casi a la comedia negra, entonces yo creo que son películas diferentes y siento yo que en mi caso prácticamente me siento obligado a que las películas sean diferentes, que haya una búsqueda en cada una de ellas porque yo no me considero un autor para nada. Me considero alguien que hace un oficio que es el de contar historias y la manera de como por el momento lo he podido hacer es a través del cine.
– Aquellos que le conocen dicen que usted se deja llevar por su intuición pero al mismo tiempo es perfeccionista también. ¿Coincide con estas apreciaciones?
Yo creo que sí. En el caso mío el oficio del cine es misterioso y yo creo que no existe una regla para hacer una película. Hay gente que recomienda hacer ciertas cosas porque a ellos les han resultado bien así pero el método mío está muy basado en el miedo, en ser muy cuidadoso a la hora de llegar al set. Yo creo que calculo todo y tengo un guión de rodaje, con un storyboard preciso, con las viñetas dibujadas prácticamente como se va a rodar pero sé que esas viñetas están hechas precisamente porque a la hora del rodaje todo tiene que cambiar y convertirse en un asunto de todo el equipo de personas con el que yo trabajo ya que formamos una constelación de personas que se juntaron tras un objetivo, tras una farsa. Y es que yo considero que el cine es una farsa en la que todos nos juntamos para mentir.
– Dentro de ese equipo encontramos a Oscar Ruiz Navia.
Sí. Él fue asistente de dirección en «Perro come perro» y además de eso es muy buen amigo mío y creo que estamos nadando hacia el mismo lado como con intención de hacer cine desde nuestra región. Él forma parte del proceso en el que estamos todos.
– ¿Es previsible que «Todos tus muertos» pueda verse este año en Horizontes Latinos de San Sebastián?
Todavía no tenemos una voz oficial al respecto pero esperamos que así sea porque San Sebastián es un festival para mí entrañable en todo el proceso de formación cinematográfica debido a que yo estudié en Barcelona un post-grado y en esa época en la que yo era un becario hacía un gran esfuerzo por ir a San Sebastián y ver las películas.
Luego pude estar con mi ópera prima y, la verdad, ha sido como una escuela; esa ilusión del cine está muy acuñada en el Festival de San Sebastián.
– Usted conoce muy bien el trabajo conjunto que hacen Toulouse y San Sebastián para facilitar la conclusión de filmes. ¿Cómo lo valora?
A mí me parece estupendo. «Todos tus muertos» tuvo su primer pase en Cine en Construcción y no he dejado de pensar nunca que esa iniciativa debe ser una aspiración de todos quienes pretendemos hacer cine bajo premisas muy simples porque es una manera de acoger estas iniciativas independientes o que se van por lados presupuestarios diferentes a las grandes películas. Entonces es un alivio que exista Cine en Construcción.
– También participa usted como docente en talleres de cine del Ministerio de Cultura de Colombia que se llaman Imaginando nuestra Imagen. ¿Qué visión tienen los colombianos más jóvenes respecto al arte cinematográfico?
Yo creo que la palabra cine ha crecido mucho en Colombia. Ya pasaron 7 u 8 años desde que fue promulgada la Ley del Cine y eso ha despertado mucho interés en los estudiantes, en la gente joven, porque hoy en día aunque es difícil, es posible hacer cine.
Antes hubo un momento en que filmar y estrenar una película en Colombia era una utopía y se estrenaba una o ninguna películas al año y hoy en día ha crecido esa cifra de estrenos de manera bien diferente. Yo creo que la tecnología también ha invitado a mucha gente joven, a muchos estudiantes, a la producción.
Lo que sí veo es que hemos entrado de lleno en la ficción y nos hemos olvidado de un género que yo creo que ha sido importante en Colombia que es el documental y que le ha dado mucha solidez, mucho crecimiento y mucha escuela a la gente que pretende hacer cine y que ha desmitificado el arte cinematográfico y lo ha acercado al pueblo.
– Igualmente se percibe que hay otras cosas que contar en Colombia, aparte de lo que es el narcotráfico como uno de los problemas principales del país.
Yo creo que de todas maneras, de Colombia no es que se haya contado mucho acerca del narcotráfico a través del cine. A través de la televisión quizá sí, concretamente en las telenovelas que es la ‘reina’ audiovisual de los países latinoamericanos, pero yo creo que a través del cine no existen películas épicas que den su interpretación del narcotráfico aunque hay esbozos que se han acercado de alguna manera pero en un país que ha sufrido una revolución social como la que hemos sufrido nosotros a través del narcotráfico, los cambios culturales y estéticos que eso ha producido merecen ser atendidos por el cine.
Me parece injusto que digan que en Colombia los cineastas solo nos ocupamos de ese tema, aunque es algo que pertenece al país en el que crecimos, por tanto es un tema del cual estamos preocupados y, por qué no decirlo, traumatizados.
De todas formas, lo que hablaría bien de la salud mental de nuestra sociedad y de nuestra supuesta democracia es que pudiéramos hacer las películas de lo que se nos ocurriera, de la historia que se nos antojara sin ninguna restricción y sin ningún señalamiento social. Ese es un punto al que yo creo que tenemos que llegar.
– En Colombia sí que hay en algunos casos una cierta influencia por parte del productor para con el director cuando se le pide que haga trabajos por encargo.
Sí, de hecho la próxima película que voy a estrenar es una película por encargo, que yo no escribí y que está basada en el argumento de una serie televisiva que fue muy exitosa en Colombia y en Latinoamérica que se llama «Cartas de los sapos». Para esa película el productor Manolo Cardona me invitó a dirigirla. Después de haber visto «Perro come perro», empezamos a hablar y a conocernos. Obviamente a partir de eso creció una amistad y aunque en Colombia no hay un volumen muy grande de producción sí que existen lo casos en que un productor encarga una película y eso no me parece para nada despreciable.
El Festival de Cartagena exhibe «Todos tus muertos» y es previsible que su estreno en Colombia se produzca en breve.
©José Luis García/Cinestel.com 23/02/2011