Locarno: «La variable humana» de Bruno Oliviero, sentimientos o profesionalidad

En el marco del Festival de Cine de Locarno (Suiza) se proyectó en la Piazza Grande con miles de butacas al aire libre, aseguran que unas ocho mil, la primera incursión en el terreno de la ficción del documentalista italiano Bruno Oliviero, cuyos tres trabajos anteriores versaban sobre la problemática social de su ciudad, Milán. «La variable humana» es la historia de un oscuro crimen cuyo desarrollo se aproxima al del film noir en la que su protagonista se ve en la obligación de decidirse entre sus sentimientos más profundos y la imposición que nace de su trabajo profesional.
El inspector Mónaco (Giuseppe Battiston) es un oficial del departamento de criminología de la policía italiana que padece una fuerte depresión desde que su esposa muriera tres años atrás y que ha quedado relegado en la comisaría prácticamente a tareas administrativas aunque está persiguiendo un retorno a sus responsabilidades anteriores.
En la noche de una jornada que parecía culminante en sus conversaciones para un retorno a su rutina profesional, sucede el asesinato de un reconocido contratista de la construcción local al tiempo que su hija es detenida por la posesión de un arma de fuego que resulta ser la de su padre. En ese momento comienzan a circular en la mente de Mónaco, a quien le encargan parte de la investigación, y en la de los espectadores, toda clase de especulaciones acerca de una posible conexión entre ambos hechos que arrojaría al inspector a tener que situarse en un terreno intermedio y a decidir si como padre encubriría a su hija o preferiría decantarse por destapar una posible evidencia que la incriminara.
Analizando a fondo la película, el crimen que, por cierto, guarda indirectamente relación con ciertas noticias ocurridas en Italia en los últimos tiempos y que fueron ampliamente difundidas fuera del país, sería un pretexto que Oliviero utiliza para hablar de otro conflicto que viene a nuclear la película aunque está en un segundo plano y que no es otro que el difícil contexto en el que se llevaron a cabo las relaciones dentro de la familia: una madre ya fallecida que le llevaba siempre la contraria a su hija, quien a su vez fue generosamente consentida por el padre.
El realizador no hizo que el camarógrafo captara imágenes excesivas y tanto las nocturnas como las diurnas están tomadas con una cierta liviandad, sin incidir en demasiadas profundizaciones. Igualmente, el personaje del inspector Mónaco carece de fuerza para ser el vertebrador de esta historia, está encerrado en sí mismo mientras tiene que investigar si dos hechos delictivos aparentemente aislados guardan concordancia entre sí.
«La variable humana» retrata una Milán en decadencia, ricos que se creen con la capacidad de arruinar los sueños de los pobres y para ello no dudan en emplear a adolescentes que han tenido una educación y una formación bastante deficientes lo que les hace pensar muy equivocadamente que pueden conseguir un atajo para su ascenso social teniendo sexo. La película fue exhibida en Locarno en la Sección Oficial fuera de concurso.
©José Luis García/Cinestel.com