«Le week-end» de Roger Michell; el ocaso del amor en la ciudad de París

Estreno en España.
Es innegable que todas las buenas películas de Woody Allen han dejado huella imborrable en la mente de muchos cinéfilos y profesionales del cine, entre ellos el estadounidense Roger Michell, autor de títulos como «Notting Hill» o «Morning Glory», que en esta ocasión dirige un film al que, si bien en un principio se le pueden encontrar diálogos y oír música muy cercana a lo que recordamos de aquellas películas del neoyorkino, más adelante se desliga con habilidad, desconcertando al espectador y entrando en otros terrenos. Amor, deseo, rutina y amistad es el cóctel que nos propone «Le week-end» con el ocaso en la vida de un matrimonio como telón de fondo.
Nick y Meg son una pareja que supera los sesenta años, ambos son docentes en los últimos tiempos de su carrera laboral y deciden irse a pasar un fin de semana romántico que reavive la alegría de vivir frente a la rutina en la que se encuentra instalada su relación afectiva. Meg siente que todavía merece una vida mejor, pero se muestra insegura y muy atada sentimentalmente a su marido Nick. Esa fortaleza se ve condicionada por antiguos reproches y fisuras que aún planean en el ambiente, en particular sobre un hijo que ya se marchó de casa para hacer su propia vida.
Es obvio que luego de varias décadas de convivencia, la pasión y la efervescencia se acabaron hace mucho tiempo y lo que la película plantea es si es posible recuperar aquella locura y explosión de los sentidos de los inicios de una relación pero cuando ya se está entrando en los sesenta, se ha pasado largo tiempo juntos y se conocen mucho más y mejor de lo que se conocían en aquellos comienzos. Aquí es donde a veces es conveniente reinventarse y transitar caminos inexplorados que, justamente por ese motivo, pueden llegar a ser incluso riesgosos cuando se pudiera estar tratando de traspasar ciertos límites, quizá demasiado aventurados, con los que intentar hallar emociones nuevas y desconocidas. Lo importante en este caso sería intentar conservar la vitalidad y la magia del amor. Nick ha elegido como lugar ideal la ciudad en la que pasaron su luna de miel, que precisamente es el punto donde es más sencillo que reviva la nostalgia.
Para la realización de «Le week-end», Michell ha vuelto a contar con su guionista de cabecera, el escritor de novelas Hanif Kureishi, que trabaja únicamente con este director y que tras su último film, «Venus», ya empezaron a perfilar esta nueva historia sobre lo que les queda a unos padres cuando los hijos ya han abandonado el hogar. La actuación de Broadbent fue galardonada con la Concha de plata el mejor actor en San Sebastián y en aquella ocasión, una parte de la crítica le intentó buscar semejanzas a la película con la trilogía de Richard Linklater, cuestión que el director negó.
La película, que está centrada en un marido que se encuentra en un estado psicológico precario y en una esposa que empieza a preguntarse si es una persona realizada, viene a sumarse a algunos filmes, -recordemos el último de Haneke, por ejemplo-, que en estos últimos años nos han acercado a esos momentos en los que una pareja veterana comienza a reflexionar sobre lo vivido, sobre si es posible seguir motivándose para el amor y sobre lo que ha de venir.
©José Luis García/Cinestel.com