«Sueño de Invierno/Winter Sleep»; aislamiento que aviva resentimiento

El director turco Nuri Bilge Ceylan se alzó con la Palma de Oro del Festival de Cannes 2014 por este drama intimista de 196 minutos (unas tres horas y cuarto) cuya riqueza principal está en los diálogos más que en las acciones, que parecen ser las comunes de cualquiera que viva en un ambiente rural y aislado. Los problemas sentimentales azotan la vida de Aydin, un ex-actor que ahora dirige un hotel de montaña mientras se ocupa de mantener como puede las relaciones en su matrimonio fracasado. Él se ve a sí mismo como si perteneciera a la clase gobernante e incluso interviene en los asuntos de la gente que vive en un pueblo cercano. Pero en realidad, a casi todo el mundo, esposa incluida, no les gusta Aydin.
Los vínculos de pareja, el irremediable paso del tiempo, la tristeza que nos provoca el invierno y la intimidad de los secretos, son los ingredientes básicos con que cuenta esta película que conserva en su trasfondo un enorme grado de melancolía entre sus personajes. Aydin es una reconocida firma que escribe para un periódico local y está escribiendo un libro sobre la historia del teatro turco. Cuando la temporada de nieve se acerca, los huéspedes del hotel comienzan a menguar y es entonces cuando la tensión con su esposa se incrementa a la cual se suma la que tiene con su hermana, que vive con él, mientras que con la gente del pueblo cercano retoma largos diálogos.
«Sueño de Invierno/Winter Sleep» es una película en la que esas conversaciones íntimas son lo fundamental porque acaban destapando a los personajes y revelando su funcionamiento interno, ese cosmos interior que crea las bases sobre las que acaban desarrollando sus relaciones con el mundo que los rodea. Aquí el protagonista es un ex-actor y ahora escritor, famoso por tanto, que ha encontrado en el aislamiento del lugar una forma de resarcirse de su modo de vida del pasado aunque, como casi siempre no salen las cosas como uno se las espera, es también un modo de crear conflictos, sobre todo con su esposa que es más joven que él, y de avivar resentimientos presentes y pretéritos.
Película con una magnífica fotografía en la zona montañosa de Capadocia, inspirada en tres historias cortas de Chéjov sobre las que Nuri Bilge Ceylan (Érase una vez en Anatolia) parece haber quedado tan magnetizado que inclusive ha prescindido de sintetizar el guión confeccionado junto a su esposa, para haber hecho la película un poco más corta. Es un estilo que ya viene manteniendo de antes, porque la penúltima duraba 157 minutos. Pero respecto a esos diálogos tan filosóficos y literarios que funcionan tan bien en teatro, es necesario reiterar que aquí son la mejor parte de esta película. Una de las escenas es una lección moral en toda regla y parece inspirada en «El Idiota» de Dostoievski, mientras que en Cannes le llegaron a atribuir influencias hasta del reconocido maestro Ingmar Bergman.
©José Luis García/Cinestel.com