Pinamar: Miguel Mato anticipó el futuro documental «Yo, Sandro»

«El tiempo y el destino me ha golpeado sin cesar, mas yo sigo de frente sin dejarme doblegar, pues no vale llorar, tampoco suplicar, y hay que pensar que todo pasará», entonaba el cantautor argentino Sandro en uno de sus más conocidos temas. Roberto Sánchez se llamaba en la realidad este artista que se consolidó en todo el continente americano tanto con baladas románticas como en música rock y pop en castellano. También incursionó en cine como actor protagonista e incluso como director. Pantalla Pinamar 2014 presentó un adelanto de lo que será «Yo, Sandro. La película».
Con el fin de realizar este documental, Miguel Mato recibió autorización de la viuda del cantante para entrar en su antigua mansión y revelar algunos aspectos desconocidos y hasta ahora ocultos al público acerca de su biografía. El director nos comenta cómo está siendo esta experiencia en diálogo con Cinestel:
«Yo, Sandro» es un largometraje documental para cine que lo que intenta es bucear y que se conozca quién fue Roberto Sánchez para poder llegar a Sandro. Uno es la persona y el otro el artista porque él tenía como muy dividido lo que significaba ser Roberto y actuar como Sandro.
Yo no hago biografías en mis películas, sino que recorro personajes, sensaciones y emociones con el sentido que cada artista o personaje tiene. Sandro es alguien muy particular porque es ‘Sandro de América’, osea, él no es un artista argentino local con éxito local. Tuvo un éxito tan fuerte adentro como afuera y me atrevo a decir que en el caso de Colombia y la comunidad hispana en Estados Unidos, fue más fuerte de lo que era en Argentina mismo.
El documental lo que intenta es tratar de saber acerca de Roberto Sánchez y es fascinante conocerlo como personaje, recorriendo todo el camino que hizo, por otra parte, por eso la película va a estar filmada en toda Latinoamérica y en todos los lugares por donde él estuvo, y trata de entender esa relación que él establecía con el público que llevó a que se armaran grupos de seguidores en aquella época sin Internet ni televisión simultánea, estamos hablando de los años ’70, lo que se convirtió en un fenómeno de club de fans repartidos por toda América y que aún hoy están vigentes. Entonces un poco, la película intenta ir por ese lugar y por supuesto va a estar el Sandro cantante y el Sandro guapo y seductor, que son parte de la película porque eso también es Sandro».
– Él se recluía en su casa de Banfield y salía poco, no iba a fiestas al margen de lo que podían ser sus actuaciones. ¿El hogar de Sandro es un punto fundamental en el filme que preparas?
Sí. La película tiene el privilegio de poder entrar a la casa de Sandro que es un lugar dividido en dos partes: una grande que es la casa de Roberto Sánchez y otra más pequeña que es la parte del Sandro artista que recibía a gente porque esas personas no podían entrar a su casa, es decir, los que entraban no lo hacían en su hogar sino en la zona que él tenía destinada para ellos que era una suerte de piano-bar con sillones en la que había una mesa de ajedrez y un pequeño pool y sala de trofeos. Hasta ahí se podía llegar. Eso es lo que él compartía como Sandro. Después estaba Roberto, y esta película tiene el honor de haber podido rodar en los espacios de Roberto junto con ese espacio de Sandro, que tampoco era tan conocido porque nunca fue fotografiado. De la casa de Sandro se conocía el gran muro y la puerta pequeñita por la cual Sandro en cada cumpleaños salía a agradecer.
Creo que una de las fortunas que yo tengo como director de esta película es que he podido traspasar esa puerta con una cámara.
– ¿Cómo armaste los testimonios que irán apareciendo en «Yo, Sandro»?
Traté de elegir pequeñas historias que hablen de Roberto sin mencionarlo explícitamente, tanto si quienes hablan son el Puma Rodríguez, León Gieco, o Charly García, y que tuvieran una interacción a partir del trabajo profesional explicándote en realidad quién era Roberto Sánchez.
– Siendo un pionero del rock en castellano, ¿cómo es que su trabajo musical no tuvo repercusión en España?
Sandro hizo una película con Carmen Sevilla en un intento que, entiendo yo, fue de la discográfica de poder desembarcar en España, que era el único país de habla hispana en el que le faltaba penetrar como mercado. En mi lectura del tema, creo que fracasa porque estaba el pleno franquismo y Sandro en su imagen, sus contorneos al bailar y el contenido de la letra de las canciones, no se correspondía con los gustos de Franco. Parece que no había ninguna forma de que el franquismo pudiera permitir, aunque fuera de la mano de la señora Carmen Sevilla, que un señor como Sandro entrara, sobre todo porque aun siendo una película de época y de mucho romanticismo y mucha seducción, se hizo como casi imposible, así que creo que los españoles lamentablemente se lo perdieron, pero todavía lo pueden agarrar porque su obra es recuperable.
©José Luis García/Cinestel.com
©foto de Miguel Mato, Giovanni Sacchetto/Pantalla Pinamar