«Zama», filme de Lucrecia Martel; aquel hombre solo y que espera

El actor mexicano Daniel Giménez Cacho es el protagonista de uno de los filmes más esperados del cine argentino de 2016: «Zama», adaptación al cine de la novela homónima de Antonio Di Benedetto a cargo de la cineasta salteña Lucrecia Martel. Se trata de un proyecto largamente gestado que fue sufriendo importantes demoras debido a los problemas para reunir la financiación de una propuesta tan ambiciosa. La transposición a la pantalla de un texto de éxito supone asimismo todo un reto para la directora, que en esta ocasión contó también con la participación en el elenco de la española Lola Dueñas y del brasileño Matheus Nachtergaele, además de un extenso plantel de actores argentinos. La película está ambientada en la época de finales del siglo XVIII, poco antes de los movimientos por la independencia de Argentina, y es una parodia sobre los colonialistas españoles que estaban ubicados en el Gran Chaco Gualamba.
«Zama» es una película que nos acerca con humor a un hombre del pasado que vive los mismos conflictos de nuestro mundo moderno. Diego de Zama es un funcionario americano de la Corona española que permanece solo, esperando una carta del rey que lo permita marcharse del puesto fronterizo en el que se encuentra estancado. Su situación es delicada. Debe cuidarse de que nada empañe esa posibilidad.
Mientras tanto, se ve obligado a aceptar con sumisión cualquier tarea que le ordenen los sucesivos gobernadores. Pasa bastante tiempo y la carta no llega, así que al advertir que lo ha perdido todo, decide sumarse a una partida de soldados que van rumbo a la captura de un peligroso bandido.
«Zama» nos sumerge en ese tiempo confuso, colorido, cruel, ridículo. No en el tiempo de la Historia, de los grandes hechos, sino en el tiempo de un funcionario común que espera ser reconocido por sus méritos pasados.
Diego de Zama pasa esos años de espera atropellando lo que podría amar, haciendo cosas que preferiría no hacer, traicionando, afirmando lo que no cree, actuando como si sus días no fueran parte de su vida, sino un interludio que hay que soportar hasta que llegue el reconocimiento. Y así, lo pierde todo. Pero «Zama» es también el momento en que un hombre se dispone a vivir más. Y cuando eso implica arriesgar la vida, está dispuesto.
De Benedetto afirmaba en una entrevista concedida en 1971 que había escrito la novela en muy poco tiempo y que por eso las frases de sus personajes fueron condensadas y eran cortas en el medio de un estilo urgente y breve que a su vez resulta adecuado al «vértigo de las peripecias de don Diego». La libertad frente a la pérdida de identidad, y todo ello contado en un estilo transgresor, parece que fueron las claves para que Lucrecia Martel se animara a llevar este relato al cine.
«Zama» es una película que requirió un gran trabajo de adaptación de época y vestuario. La realizadora les dio a los actores entera disposición a adoptar aquellos acentos que creyeran oportuno para su personaje. Entre su vasto elenco se encuentran Juan Minujín, Nahuel Cano, Carlos Defeo, Willy Lemos, Iván Moschner, Mariana Nunes, Rafael Spregelburd, Daniel Veronese y Vando Villamil. Los hermanos Almodóvar forman parte de esta extensa coproducción internacional entre varios países. (fmr/cinestel.com)