«Zero Motivation» de Talya Lavie; sobre la interacción en comunidad

La israelí Talya Lavie debuta en el largometraje de ficción dramática con esta película que triunfó en el Festival de Tribeca de este año llevándose el premio principal del certamen y el de Nora Ephron dotado con 25.000 dólares. «Zero Motivation» es una comedia satírica sobre un grupo de mujeres jóvenes que acuden a cumplir con parte de sus milicias a una base militar situada en pleno campo desértico. Es en ese contexto donde algunas entablan amistad al tiempo que se mantienen ciertas intrigas y disputas por el poder dentro del grupo. El foco de atención del film está en una oficina administrativa.
La película está estructurada en tres capítulos: el reemplazo, la virgen y la comandante. Según la directora, se trata de un guiño al hecho de que el ejército israelí trabaja en tres fases distintas. En toda la acción siempre están gravitando lo que son las relaciones interpersonales, mientras que tres de las soldado mantienen una lucha por el poder pero por diferentes motivos ya que, por ejemplo, una de ellas lo que quiere es ascender para que la trasladen a Tel Aviv, la capital bulliciosa y con grandes edificios.
«Zero Motivation» huye de estar planteada desde un punto de vista del conflicto del país con sus vecinos o de acciones militares concretas. El entrenamiento de las protagonistas no es muy exhaustivo porque se tienen que dedicar por entero a la oficina de recursos humanos. En ese sentido es una película sobre la conciencia de grupo y acerca de ese esquema que siempre se reproduce allá a donde vayamos en el que podemos encontrar los momentos alegres, la diversión, las emociones, la comparación entre las personas, el amor, los celos o el odio. Pronto nos vamos a dar cuenta también de que la directora ha aprovechado para forjar una sátira con la que critica la falta de rumbo de la burocracia militar de una manera ingeniosa y elegante, así como aquello que desde fuera no se entendería y que desde dentro del sistema a veces tampoco, pues en este caso algunas de las chicas también tienen la mente puesta en otros deseos que consideran incompatibles con algunas normas impuestas que tienen que cumplir.
Talya Lavie es también la guionista de éste su primer largometraje y por su manera de abordarlo es sin duda una cineasta a seguir en el futuro. Estudió animación en la Academia de Arte Bezalel y se graduó con mérito en la Escuela de Cine Sam Spiegel de Jerusalem. Escribió los guiones de varios dramas para la televisión y con su cortometraje «Sliding Flora» recorrió cuarenta festivales por todo el mundo. El guión de «Zero Motivation» tomó cuerpo en el laboratorio de guionistas y directores de Sundance.
Con todo ese interesante recorrido inicial es fundamental entender la importancia de estar viendo una película militar femenina que está siendo contada por una cineasta femenina. En esa mirada de mujer encontraremos algunos puntos sobre los que la mayoría de realizadores masculinos no se pararían. Entre ellos está su forma de abordar el machismo y otras visiones dentro de un territorio tan cerrado como ese, donde la monotonía del aislamiento siempre tiende a incentivar la búsqueda de otras motivaciones para sentirse bien.
Entre las críticas de la película están también el tedio de la burocracia, la infravaloración de las mujeres en el ejército, lo ridículo de algunos conceptos de mando y el contraste entre la ambición de unas, reñida con la ineptitud de otras que no encuentran la manera de motivarse. El relato es convincente y bien trazado, no es una comedia amarga y, sobre todo, tiene un punto de vista bien definido pese a alguna pequeña incongruencia del guión como es un desenlace del personaje de la oficial Rama que no acaba de cuadrar en su actitud final con lo que hemos visto durante el filme. Entre las chicas protagonistas se encuentra Nelly Tagar a quien ya habíamos visto en «Pie de página» de Joseph Cedar. «Zero Motivation» acaba siendo un retrato irreverente que pone en cuestión los conceptos de autoridad y mando desde un punto de vista femenino.
©José Luis García/Cinestel.com