Álex de la Iglesia en el Festival de Málaga: «Somos lo que hacemos»

El cineasta español recibió como una prueba de amistad y cariño del Festival de cine español de Málaga el Premio Retrospectiva cuya entrega estuvo a cargo de uno de sus actores fetiche, Santiago Segura.
Paralelamente se proyectó durante la gala un adelanto de dos minutos de la que es su nueva película «Las brujas de Zugarramurdi», con Carmen Maura, Terele Pávez, Mario Casas y Hugo Silva, que en España se estrenará justo a la conclusión del Festival de San Sebastián en septiembre.
Respecto al premio dijo que considera que llega muy pronto pero también aseguró que le encantaría poder decir que está empezando en la profesión: «Ya no puedo jugar a ese juego. Como joven promesa ya no se me recibe bien y no puedo presentarme como joven realizador a nada».
«Tengo que ir reconociendo -dijo- que yo soy lo que hago. Somos lo que hacemos, no lo que soñamos, ni lo que intentamos, ni lo que prometemos, ni lo que los demás piensan de nosotros. Somos lo que hacemos, ni más ni menos, y francamente estoy orgulloso de mis errores, de ser irregular, y contento de equivocarme y de tener amigos que aprecian mis errores».
De su película «Las brujas de Zagarramurdi» contó que hay muchas ideas que estaban guardadas en una especie de cajón que tenían anteriormente pero pensadas y re-elaboradas desde el punto de vista del llamado «viejuno» que según De la Iglesia es alguien que se encuentra «en ese momento cruel de los cuarenta y pico de años en el que de pronto descubres que la vida no es eso que está por delante sino que es eso que tienes alrededor, como diría Fernando Fernán Gómez, y eso le da muchísimo más carácter».
«Lo mejor de ‘Las brujas…’, aparte de los fuegos artificiales, son las interpretaciones de los actores -valoró el cineasta-. Estoy muy orgulloso del trabajo de todos porque cada uno en su papel hace algo muy distinto a lo que habitualmente estamos acostumbrados a ver en ellos, aunque no sé realmente a qué estamos acostumbrados porque, según me han dicho, en ‘La Mula’ Mario Casas hace un papel muy diferente y muy atractivo».
Según el realizador, la película se parece a «Abiertos al amanecer», «La matanza de Texas», un par de secuencias parecidas a «Posesión infernal» y algunas cosas de Robert Aldrich: «De ‘El día de la bestia’ quizás intento recuperar un punto extreme pero francamente me divierte más a mí como espectador ver a un cuarentón desmelenado que a un chaval de veintitantos años desmelenado porque este último es mucho más fácil de ver en la realidad. Con el cuarentón cuesta mucho más y resulta bastante más salvaje».
De la Iglesia sintetizó que «la película fundamentalmente trata de los problemas que tenemos los hombres para comportarnos de una manera decente delante de las mujeres. Estos individuos descubren que viven en un infierno y que son totalmente incapaces de vehicular ningún tipo de relación personal que no sea abocada al desastre, y de ahí pasan a escapar. Nada mejor que representar esa angustia que con una huida. El problema es que roban 25.000 anillos de boda. Eso es como el arca de la alianza, es como una especie de bomba de relojería, hay 25.000 engaños, 25.000 mentiras, 25.000 frustraciones en esa bolsa y terminan cayendo en una gran maldición».
Lo que ocurre en el film es que comienzan a huir hacia Francia pero a su paso por Euskadi, tierra de akelarres y sorgiñas, recalan en las cuevas de Zugarramurdi donde terminan cayendo en las garras de una horda de mujeres enloquecidas que se alimentan de carne humana, lo que para los guionistas es un justo castigo a sus fracasos con el sexo opuesto. La brujas intentarán apoderarse de los 25.000 anillos y, de paso, arrancarles el alma a los protagonistas que lo que buscaban era un poco de paz. De la Iglesia cuantificó en unos ochocientos el número de actores extras que necesitó para las escenas en el interior de la cueva. (cba/rbc)
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