Qué medidas de confianza hallarán los espectadores en salas de cine

Comunicar a todos los espectadores habituales o potenciales de las salas de cine que no existe motivo alguno para estar preocupado ante el retorno de la actividad tras el próximo cese del estado de alarma decretado por el gobierno español, es uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector, teniendo en cuenta que muchas veces el miedo o el pánico pueden llegar a ser colectivos, además de contagiosos, y sería un problema más, añadido a los que vienen arrastrando estos últimos meses a consecuencia del encierro involuntario de la población en sus domicilios.
Los empresarios españoles de salas de cine acataron las medidas de precaución desde el principio, y lo van a seguir haciendo en todo momento, así que no va a haber razón alguna por la que angustiarse.
Además, la Federación de Empresarios de Cine Españoles (FECE), ha participado activamente en la redacción de un Protocolo Sanitario que facilitará la reapertura de los espacios de exhibición.
Publicado por el ICAA español, el Protocolo viene unido a un decálogo en el que se asegura que: “Siendo el cine la actividad de ocio cultural mayoritaria y la más asequible con más de 100 millones de espectadores al año, la reapertura de las salas supondrá un icono y un signo de la vuelta a la normalidad, ayudando a su visibilidad social, y contribuyendo socialmente a mejorar el ánimo de la ciudadanía en el escenario posconfinamiento”.
Se estima que un 57,8% de los españoles acuden a los cines al menos una vez al año. En el territorio español, las salas de cine ocupan a 23.000 trabajadores, de los cuales el 50% son empleos directos generados por casi 600 empresas que en 2019 facturaron 880 millones de euros. En los 723 locales destinados a la exhibición hay un total de 3.593 pantallas que el año pasado alcanzaron el récord de 105 millones y medio de espectadores.
Medidas de confianza
El documento difundido por el Instituto de Cine considera que: “En comparación con otros locales de pública concurrencia en recintos cerrados, la exhibición cinematográfica en salas diferenciadas, con asientos asignados, facilita la gestión de flujos y recorridos de entrada y salida de personas. En primer lugar, la compartimentación en diferentes salas evita la concentración de los asistentes en una misma ubicación simultáneamente. En segundo lugar, las medidas adicionales que contempla este documento (horarios escalonados, espaciado de sesiones y reducción de aforo) facilitan el mantenimiento del distanciamiento físico en pasillos, aseos y vestíbulos, y hacen posible la intensificación de labores de limpieza y desinfección de las salas y zonas comunes entre sesiones”.
Entre las actuaciones a las que se refiere el texto, figuran la de recomendar el pago por medios electrónicos, señalización de espacios y la colocación de carteles informativos sobre las medidas que se lleven a cabo. A los clientes se les pedirá que mantengan la distancia física de 1,5 metros y a los trabajadores del cine que lleven puesta una mascarilla en todo momento. En cuanto a las salas de proyección, éstas tendrán que renovar el aire para proporcionar una adecuada ventilación y optimización, y en cuanto a los locales sin entradas numeradas, será el personal del cine quien determine in situ la separación de los asientos. Asimismo, habrá geles de desinfección de manos repartidos en diferentes lugares del local.
Medidas de apoyo
La FECE exige también en este documento que se cree un fondo específico y finalista para equilibrar los costes derivados de la situación, se estudie la posibilidad de ayudas directas de compensación, se activen fondos autonómicos de rescate, y se habilite un acceso preferente, junto a otros sectores culturales, al material necesario para la correcta implementación de este estricto protocolo, que inclusive les obliga a un cambio continuado de todo el material de limpieza para mantener los estándares de seguridad e higiene establecidos por las autoridades sanitarias.
Otras medidas solicitadas son la creación de ayudas fiscales de urgencia, líneas de crédito extraordinarias, microcréditos sin intereses, adaptación de los Ertes a las particularidades del sector y a la limitación de la actividad, el apoyo institucional mediante campañas públicas que animen a la vuelta al cine, y regular la posibilidad de que existan alquileres proporcionales al aforo disponible en los cines durante el periodo de transición, adaptando el coste del alquiler a los exiguos ingresos obtenidos como consecuencia de las restricciones derivadas del protocolo. Al mismo tiempo promover exenciones y moratorias de los alquileres en aquellos cines que no sea posible su reapertura o esté en riesgo su desaparición.
©José Luis García/Cinestel.com
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