La quietud de la transformación en «El Invierno» de Emiliano Torres

Estrenada en España
Coincidiendo con el anuncio de que «Zama», la esperada película de Lucrecia Martel va a ser estrenada mundialmente en el marco de la Mostra de Venecia, llega a la gran pantalla de las salas españolas otra excelente muestra del cine argentino más reciente, la ópera prima del director Emiliano Torres, «El Invierno», que es una película de esas que te anotas tras su primer visionado para volver a verla, por las sensaciones interiores que te produce y un sutil trasfondo añadido que si lo reconoces entre líneas, te podría llegar a dejar profundamente conmovido.
El filme arranca con un grupo de trabajadores temporeros llegando a una estancia patagónica, entre el que sobresale un joven llegado desde más al norte del país.
Pero la aparente calma en que transcurre todo es sólo apariencia y está fuera de lo real.
Evans, el capataz de la estancia, recibe un fuerte golpe emocional cuando es jubilado de sus funciones y reemplazado por el joven Jara, tras toda una vida dedicada a esas labores en un entorno inhóspito que conoce a la perfección. «Me dieron unos días libres en la estancia», les dice a otras personas que le preguntan por qué ya no está allí, una frase que nos da una idea de la imposibilidad que tiene de reconocer la finitud de todas las cosas y de la vida misma. Evans parece que fue educado en un entorno que se creía permanente e irremplazable.
Lo que «El Invierno» intenta mostrar es que todo se va moviendo, aunque a veces cueste percibirlo, y que detrás de esa estación del año llegará la primavera con cosas nuevas. Y todo ello mediante un guion dramático en el que ocurren una serie de sucesos muy extraños que se tendrán que resolver.
Uno de los puntos clave para el éxito de esta película ha sido el trabajo de cámara de Ramiro Civita, quien domina el difícil arte de la iluminación natural en las dos épocas tan distintas en las que le tocó rodar. Esto se suma a otras acertadas decisiones formales que implican saber en qué momentos conviene distanciarse de los personajes, sobre todo a la hora de acompañar su postura personal en relación a lo que está ocurriendo durante el relato.
«El Invierno» nos sugiere asimismo otras reflexiones alrededor de cuestiones como la explotación laboral, la visión de esa estación del año como un hecho inexplicablemente negativo, el reconocimiento del mar como algo más interesante que la montaña, la sensación de vacío que puede provocar la soledad, el castigo de la ausencia de la ley, y las nuevas fórmulas de emprendimientos turísticos que parecen estar imponiéndose.
Por último, no habrá que dejar pasar por alto algunos detalles concretos durante su metraje, como lo que se lee en la parte trasera de una camiseta (remera) antes de un esquilado, o el considerable parecido físico que tiene el actor chileno Alejandro Siekeving en su lado facial izquierdo con un controvertido actor estadounidense amigo de los rifles, sobre todo en una escena dentro de un automóvil.
©José Luis García/Cinestel.com
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