«Aliens», de Luis López Carrasco; seguir soñando con extraterrestres

El realizador murciano Luis López Carrasco ya dio buena prueba de su interés por la atmósfera que seducía a una gran cantidad de jóvenes en la década de los años 80 del siglo pasado con su largometraje «El Futuro» (2013). Su siguiente trabajo, «Aliens», se estrenó en el Festival de Locarno en 2017 y es un cortometraje que está en la misma línea que aquél. Es decir, que este nuevo filme nos está hablando igualmente sobre el entorno interior que desprendían movimientos como la conocida movida madrileña, tratando el tema a partir de una perspectiva diferente a como hoy en día se pueda recordar a través de la lejanía del ya larguísimo tiempo que ha transcurrido, tal vez como una sucesión de conciertos de música, además del consumo de drogas legales e ilegales, y poco más.
Pero lo cierto es que había mucho más que contar desde el punto de vista de sus protagonistas y esta vez es Tesa Arranz quien lo hace.
La «musa de la movida» es igual de perspicaz y directa a como lo era en aquel tiempo. «Aliens» es casi un monólogo suyo en torno a aquel momento esencial y poderoso en su vida, que tanto le ha marcado para siempre. Ella era conocida en aquel entonces como la cantante principal de los Zombies y ahora, en el filme, muestra orgullosa su más que desconcertante creación artística: los centenares de retratos de criaturas del espacio exterior que ha ido pintando en sucesivas láminas de dibujo.
En el filme de López Carrasco descubrimos que este factor creativo tan singular le devuelve a su autora la esencia del imaginario colectivo que impregnaba toda aquella corriente de expresión que estaba asociada al uso de sustancias alucinógenas y a otras tantas cosas, algunas de las cuales ella revela aquí de propia voz. Y claro, también las letras de aquellas canciones estaban empapadas de ese espíritu que navegaba entre la importancia de la rebeldía y el sexo en un momento de expansión de la libertad, pero que por desgracia todo ello estaba unido a las drogas y a su consabido declive físico.
La felicidad imaginada a través de la psicodelia, con su música estridente, las luces multicolor, la excitación extrema de los sentidos y las sustancias psicotrópicas, está expresada en las palabras de Tesa Arranz, quien también nos cuenta bastantes detalles sobre todo lo que hacía ella y sus amigas, y acerca de cómo se vivían aquellos días.
Luis López Carrasco nos ofrece en «Aliens» un retrato genuino de esta mujer, aunque visualmente sea algo borroso con esa imitación en pantalla de lo que eran las cintas magnéticas VHS y lo que ocurría con los fallos de color, o cuando se acumulaba suciedad en ellas o se doblaban por algún problema con los cabezales. ¿Consigue el director dar la vuelta a la idealización sólo positiva que algunos puedan tener sobre aquel movimiento juvenil? La respuesta es claramente afirmativa.
©José Luis García/Cinestel.com
Nuestra crítica de su anterior filme (2013) «El Futuro».