«Playing Lecuona», de Pavel Giroud, con Chucho Valdés, Michel Camilo y Gonzalo Rubalcaba
Cuba ha dado a lo largo de su historia músicos de primer orden, vanguardistas, innovadores y sobre todo sumamente apegados a un estilo de hacer música que conjuga buen gusto e interés por transmitir la alegría de vivir. En esa búsqueda y experimentación, y a iniciativa de una productora tinerfeña, se ha convocado para este documental a tres estrellas para que interpreten piezas musicales del gran maestro Ernesto Lecuona. El film se comenzará a exhibir hacia finales de 2014.
Todos los elogios que se digan sobre Lecuona pueden parecer pocos. Fue un niño prodigio que nació en Tenerife y que muy pronto radicó en Cuba, donde dio su primer recital a los 5 años y a los 13 realizó su primera composición.
Nacido en 1895, fue más que notable en disciplinas tan diversas como la zarzuela, el vals, el piano, con canciones que se han adaptado al pop, al jazz y a bandas musicales, y con banda sonora de películas de la Metro Goldwyn Mayer, la Fox, la Warner Bros y latinoamericanas de Cuba, México (María de la O) y Argentina donde también actuó en «Adiós Buenos Aires» (1938), dirigida por Leopoldo Torres Ríos.
«Playing Lecuona» refleja la obra y espacios vitales de este hombre considerado el más universal de los cubanos. Tres grandes del piano nos sirven de guía con base en el latin jazz: Chucho Valdés desde La Habana fusiona el jazz con los ritmos afro-cubanos; Michel Camilo en Nueva York crea elegantes atmósferas sonoras; Gonzalo Rubalcaba en Sevilla, el corazón de la Andalucía homenajeada por Lecuona en sus composiciones, fusiona latin jazz con flamenco y todos juntos se unen en Santa Cruz de Tenerife interpretando a Ernesto Lecuona en un encuentro sin precedentes.
Su director, Pavel Giroud (Omertá, La edad de la peseta,…), nada más acabar el primer corte de la película cuenta a Cinestel el origen de esta propuesta que parte de una idea del productor y director canario JuanMa Villar Betancort:
«Este será el primer largometraje de Villar como productor y él veía bien que un director cubano se sumara a este proyecto de reproducir la música de Lecuona reinterpretada por músicos jazzistas como Chucho Valdés, Gonzalo Rubalcaba y Michel Camilo. No te tengo que decir que cuando él se sentó en la sala de mi casa a contarme esto, a mí me motivó mucho porque son tres artistas tremendos que admiro y cuya música yo escucho en casa y si para colmo está en medio la música de Lecuona, ahí no hay manera de que salga mal».
«Por tanto, me monté en ese tren y ya rodamos la primera parte en Cuba que es la sección de Chucho Valdés y nos queda por rodar la de Gonzalo Rubalcaba en Sevilla, a quienes se van a sumar músicos como Raimundo Amador y Esperanza Fernández, músicos de flamenco que van a hacer la suite de Andalucía de Lecuona. Luego Michel Camilo en Tenerife y Nueva York y más tarde el final de los tres pianistas juntos interpretando «Para Vigo me voy», del maestro Lecuona también.»
– Ernesto Lecuona compuso música en diversos terrenos y posiblemente sus seguidores querrán saber si habéis incluido esta diversidad, porque inclusive llegó a entrar de lleno en la música afro-cubana.
Yo dudo que haya un músico cubano con una obra más amplia cualitativamente. Hizo de todo, de hecho es el impulsor del afro-cubanismo en la música cubana, hizo danzas, hizo zarzuelas, su música se escucha hoy en día en España, y con temas como La Malagueña yo he tenido discusiones con amigos míos andaluces que dicen que eso no es cubano, que es español.
En el documental, cada músico escogió los temas que quería interpretar. Por ejemplo, Chucho ya hizo variaciones muy propias, muy personales, de La Comparsa de Lecuona, que es una de sus danzas más conocidas; lo mismo de Ahí viene el chino, igualmente conocida; junto a Omara Portuondo hicieron una interpretación muy personal de Estás en mi corazón (Always in my heart), que dicho sea de paso, fue un tema musical que supuso una primera nominación en el año ’42 de un cubano a un premio Oscar a la mejor canción, e hizo un tema fabuloso con Los muñequitos de Matanzas que es La Danza de los Ñáñigos. Gonzalo hará la suite de Andalucía y Michel hará Y la negra bailaba, y Siboney con Ana Belén.
Será muy variado porque son tres músicos que aunque están insertados dentro de un género que es el latin jazz, tienen tres maneras muy diferentes de abordarlo. No es solo la variedad de los temas seleccionados, sino la variedad que supone la inserción de estos artistas en nuestro proyecto.
– ¿Conseguiste imágenes del maestro Lecuona para añadir al documental?
Sí, pese a que todavía no estamos decididos a usar imágenes de archivo porque es un documental que no es biográfico, pero sí hemos conseguido imágenes fabulosas de Lecuona que yo nunca había visto. Nos metimos en los archivos de Cuba; en esto el ICAIC colaboró mucho con el proyecto y hemos encontrado cosas muy buenas, no sólo visuales, sonoras también, pero el peso del documental no estará en eso sino en la música de los intérpretes, aunque sí habrán elementos biográficos por supuesto de la vida de Lecuona, pero ni siquiera organizados cronológicamente. Funcionarán más como eslabones entre los temas musicales, incluso con temas muy polémicos dentro de la vida del compositor, que si fue censurada o no fue censurada su música en Cuba, que por qué no decidió ser enterrado en Cuba y sí en los Estados Unidos. El documental estará lleno de estas cosas.
– Él murió en 1963 y el ICAIC se había fundado unos cuatro años antes. Teniendo en cuenta estos datos, ¿tuviste facilidad para encontrar imágenes anteriores a ese periodo?
Sí, básicamente son imágenes de los años ’40 y ’50 de la vida de Lecuona, ya de su última etapa, y fotografías también hemos logrado reunir. No es abundante ese material pero tiene calidad y mucho significado para el tema que estamos tratando en la película.
– Hablabas antes de La comparsa y me estaba acordando de una imagen de «Calle 54» de Fernando Trueba muy emotiva en la que aparecen Bebo y Chucho Valdés tocando el tema, ahora que está reciente el fallecimiento de Bebo. ¿Aprovechaste la presencia de Chucho para hacer alguna referencia a su padre?
Sí, sobre la figura de Bebo se habla en el documental porque Chucho cuenta la anécdota de cómo conoce a Lecuona. Su padre Bebo trabajaba como músico en un programa que Lecuona tenía en la televisión donde dirigía la orquesta del programa y llevaba muchas veces a Chucho, teniendo 13 años de edad, al estudio a ver a su padre tocar y entonces una de esas veces Bebo le dice que toque La Malagueña porque un señor que estaba ahí quería escucharlo tocando esa pieza, y Chucho toca La Malagueña y cuando termina de tocar le pregunta a su padre que quién era ese señor que quería oír ese tema y le respondió que el compositor, Ernesto Lecuona. Entonces Chucho le dijo ¡pero cómo me has hecho esto, tocar La Malagueña nada menos que delante de Lecuona! y Lecuona vaticinó en ese momento que Chucho iba a tener una carrera importante como pianista y así fue.
– Yo he leído que Bebo, una vez que marchó de Cuba, estuvo bastante tiempo sin dedicarse a la música de manera pública.
Se cuenta incluso en un documental que se llama «Old man Bebo» que fue Paquito d’Rivera quien lo redescubrió tocando en un hotel en Estocolmo. No estoy muy claro de esto pero me parece que fue así la historia, que es quien lo invita a tocar nuevamente, a participar en sesiones de estudio con él.
– ¿En Cuba no se le conoce ampliamente a nivel popular a Bebo?
La gente vieja vinculada a la música sabe bien quien es Bebo Valdés, tanto músicos como gente que vivieron la música de esa época. Mi generación no tanto. Yo vine a conocer a Bebo gracias a «Calle 54» posiblemente porque había oído hablar de él pero no había oído su música; sí había escuchado de un ritmo que él creó que se llama el ritmo Batanga, pero ni siquiera lo asociaba a Bebo Valdés y por supuesto ocurrió durante un tiempo en Cuba que los artistas que se marchaban caían casi en un anonimato local y más si eran artistas que tenían una postura reacia a lo que ocurrió en Cuba políticamente. Ya hoy eso va dejando de ser así por fortuna pero es innegable que ocurrió durante mucho tiempo.
Además de Ana Belén, Los muñequitos de Matanzas y Omara Portuondo, fueron convocados para participar en el documental «Playing Lecuona» Alfredo Valdés Jr., Raimundo Amador, Almendarez (Chocolate), Xiomara Laugart, Huberal Herrera y Esperanza Fernández.
El film se estrenaría a finales del año 2014, época en la que el director, Pavel Giroud, quizá haya estrenado su siguiente proyecto de ficción, «El acompañante», que interpreta el brasileño Lázaro Ramos (Madame Satá) sobre los acompañantes obligatorios que se adjudicaban a los seropositivos de Cuba en la primera época del sida, cuando éstos eran recluidos en sanatorios.
©José Luis García/Cinestel.com
Entrevista posterior al productor y director JuanMa Villar Betancort, aquí.
Enlace recomendado a la web del documental «Old man Bebo» de Carlos Carcas, aquí.