Armand Rovira y Saida Benzal; una particular mirada sobre el cine

Hace muy pocos meses estrenó en los cines una película ciertamente transgresora y personal, la cual contaba cinco historias diferentes muy singulares e inclusive excéntricas, si se quiere ver así.
“Letters to Paul Morrissey” pertenece al más genuino cine autoral e independiente y, siendo una propuesta muy arriesgada, se convirtió por otro lado en enriquecedora la oportunidad de disfrutar de diferentes enfoques que están igualmente conectados al pasado y a la Historia del cine.
Rodar con una cámara de 16mm no es hoy lo más habitual, pero hay que recordar que hubo autores como Cassavettes que mimaban sus películas bajo una óptica con ese formato.
Los realizadores Armand Rovira y Saida Benzal volcaron todo su amor por el cine a través de este proyecto, y por eso hemos querido saber más alrededor de su particular mirada.
“Yo intento hacer el cine que a mí me gusta -nos dice Rovira-, el cine que yo iría a ver. No sé si es egoísta o no, pero creo que todos los cineastas sí que deberían de hacer primero el cine que a ellos le motiva y, como diría Albert Serra, luego están los espectadores”.
“Y es que una al final siempre acaba haciendo el cine que le sale. Eso es así y no hay más secretos” -asegura Benzal-.
“Aunque sí que es verdad que también tiene que haber cine para las masas, películas pensadas para el público. Tiene que haber ambas cosas” -agrega Armand-.
“Pero eso no te saldría, ni a ti ni a ningún autor” -le responde Saida-.
“No es una cuestión de ser autor o no, sino de lo que le sale a uno mismo. Y es que hacer cine desgasta mucho, pero si luego lo que haces les gusta a los demás, perfecto” -concluye Rovira-.
– Es evidente que hay un interés vuestro propio y que tal vez ahora no os pondríais a hacer algo parecido a lo que habéis hecho con Paul Morrissey, cambiándolo por Jonas Mekas u otro cineasta.
Armand: Claro, porque lo que yo busco es un tema y a continuación trabajo la forma. Lo que no voy a hacer es algo continuista con “el homenaje a…”, pues ya he hecho el que quería hacer a Paul Morrisson. Pero sí que me interesa transitar hasta un cine que pueda llegar a más salas, porque aunque esta película haya llegado a algunas, lo cual está muy bien y yo lo veo como un milagro por el hecho de que pertenece a un formato experimental, me interesa evolucionar hacia algo que pueda llegar a más público. Entonces, no voy a volver a hacer cosas tan conceptuales como cortos en festivales o experimentar, sino que trataré de que los temas universales que me gustan le lleguen a la gente.
– Y en general, ¿cómo veis el panorama cinematográfico actual?
Armand: A mí me gusta que los cineastas no pertenezcan a ningún tipo de generación y que los haya individuales, porque yo creo que al final es lo que la Historia nos muestra, pues aunque tu puedas ubicar a Buñuel en el principio del surrealismo, al fin y al cabo Buñuel es Buñuel, Fassbinder es Fassbinder, Fellini es Fellini,… Entonces, e igual me equivoco, hay una tendencia como de a poner en bloques, y de eso también la crítica y los periodistas tienen mucho la culpa. En el Novo Cine Galego, por ejemplo, al final estamos hablando de individuos, de personas que son quienes en realidad deberían de ser nuestros referentes.
Lo que sí estoy viendo es que se intenta empujar un poco desde la crítica hacia cómo debería ser el cine, pero yo creo que es ahora cuando deberían salir individuos, cineastas. E igualmente compruebo que continúan apareciendo estrellitas, mientras que a mí me gusta que el cine sea como lo era en los años 70, con Passolini, Fellini, Visconti,… aunque también es cierto que continúa habiendo grandes cineastas contemporáneos como Gaspar Noé y otros.
Yo soy muy cinéfilo, y aunque veo mucho cine clásico, hay alguna gente que creo que destaca.
Saida: Al final el cine siempre depende de los mismos temas sobre presupuesto. Y creo que este tipo de cine que es considerado como el otro cine español, compuesto por películas independientes, es mucho más difícil de realizar aunque tenga menos presupuesto, porque es más llevadero rodar un film con grandes recursos económicos, ya que con menos financiación estamos continuamente con los mismos problemas. Y es que el cine independiente tiene muchas menos probabilidades de recibir esos aportes. Es complicado, pero hay algunas posibilidades y se puede hacer, aunque siempre es un gran problema para los autores, pues cuando no te estás dirigiendo a un público mayoritario, conseguir el dinero es siempre más costoso. Ése siempre es el gran dilema.
– Y otro problema añadido sería el tiempo que se tarda en concretar todo y en acabarlo. ¿No es así?
Saida: Sí, de hecho el tiempo que hemos tardado en tener acabada “Letters to Paul Morrissey” ha sido de cuatro años, y eso que aquí se han hecho todas las fases a la vez, pero si uno empieza de cero con un guion y se propone buscar financiación, también suele tardar esos mismos cuatro años. Osea que en el fondo el tiempo ha sido igual, aunque en nuestro caso fue con las imágenes ya rodadas como conseguimos los apoyos económicos, pero prácticamente ese tiempo no te lo quita nadie.
Armand: Con la música de cine en los 70 era algo parecido. A mí me encanta Werner Herzog, quien te hacía dos pelis al año con una ficción que en aquella época era brutal. Pero era como los discos de rock de aquella década se difundían. Ahora un disco o una película te tardan en salir esos cuatro años que comentábamos. Entonces, la pregunta es que cómo puede ser. Pero es que además cuanto más ruedas pues más te puedes desarrollar como cineasta. ¡Es que incluso ni siquiera te dan la opción de fallar!
Al fin y al cabo, el cine es una industria y tiene que haber trabajo para gente como la maquilladora y otros técnicos, lo cual a mí me parece estupendo. Por esa parte sí que apoyo al cine comercial y que, sobre todo, se rueden muchas cosas y que haya mucho trabajo. El dilema es el espectador, es decir, que cómo podemos educarlo para que vea otro tipo de cine. Y no es que sea mejor o peor, pero que por lo menos no caigamos en el síndrome de “Joker”.
– En Francia existe la asignatura de cine en los centros educativos de secundaria y aquí no.
Armand: Claro, si desde pequeño te ponen “La pasión de Juana de Arco”, igual cuando llegas a los 18 años te planteas otra cosa. Aquí hay una labor que están haciendo algunas entidades para que los chavales se involucren a la hora de crear proyectos y entiendan el lenguaje del cine, y eso está muy bien.
©José Luis García/Cinestel.com
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