Mostra de Catalunya: entrevista a la actriz mexicana Jana Raluy

Lleva mucho tiempo trabajando en teatro y es la primera vez que protagoniza una película, aunque ya había hecho alguna aparición en papeles secundarios. Jana Raluy encarna en «Un monstruo de mil cabezas», de Rodrigo Plá, a una esposa harta de que le tomen el pelo las compañías de seguros sanitarios que parecen haber abandonado su compromiso ético y contractual con la clientela, lo que provoca que su marido esté en fase terminal de una grave enfermedad.
Raluy nació en Ciudad de México y estudió en el Centro de Educación Artística de Televisa. Comenzó su fructífera carrera teatral en 1997 y a lo largo 12 años participó en obras de numerosas compañías en el Teatro de Ocesa. Jana también ha participado en gran número de series de televisión producidas para audiencias mexicanas e internacionales, obteniendo premios por sus interpretaciones. Su colaboración con Plá supuso un punto de inflexión en su carrera.
«Un monstruo de mil cabezas» abrió la sección Orizzonti 2015 del Festival de Cine de Venecia. En el de Morelia (México), Raluy recibió el premio a la mejor actriz por su papel protagónico, al igual que ocurrió en el de Hermosillo y en el prestigioso Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. No es un personaje sencillo el que tuvo que hacer, ya que se resiste al duelo y tiene que tomar decisiones drásticas.
Recién llegada a Lleida, ciudad que conoce por haber vivido en ella durante un tiempo porque su padre es de familia lleidatana, aunque estuvo también residiendo en Barcelona, Jana Raluy responde en la Mostra de Cinema Llatinoamericà de Catalunya las preguntas de Cinestel:
– Contaste que tu padre falleció años antes del rodaje en parecidas circunstancias de salud a lo que ocurre en el filme, y que eso te ayudó mucho a encarar este personaje. ¿Cómo fue?
Mi padre tuvo una agonía de dos años por cáncer de colon y metástasis de hígado y sí fue muy duro, con lo cual le dedico cada segundo de mi actuación de este personaje de Juana Bonet, una mujer que durante 17 años ha estado pagando un seguro de vida, y lo único que pide es que al marido le den un tratamiento que le pueda proporcionar una mejor calidad de vida, pero la aseguradora, que es el «monstruo de mil cabezas», no se lo quiere dar y esta pobre mujer toma decisiones drásticas a lo largo de esa trama que sucede en un solo día.
Sobre la manera de prepararme el personaje, tengo mucho que contar acerca de ello. La película viene sobre un guion de Laura Santullo, que es la esposa de Rodrigo Plá. Entonces ellos primero me dieron la novela, en prosa. Después hicimos ejercicios de improvisación con mi hijo, que se llama Sebastián Aguirre y sale en la película, y lo mismo con otros personajes para irnos integrando en el relato. Ayudó mucho leerla, pues cuando hicimos la improvisación yo ya tenía una idea sobre de qué iba toda esta historia.
En ese sentido, me sentí muy protegida por Rodrigo Plá, que es un gran director de actores, porque eso en otros casos no pasa, ya que a veces se preocupan más por el set o las luces que por los actores, y Rodrigo me llevó de la mano.
– El tema de los procesos de privatización y disminución de los roles del Estado, creo que en México viene de largo e incluso es anterior a lo que ha sucedido más tarde en Europa.
Así es. Y lo que está pasando es que con esta película se vuelve universal el tema, porque sí que efectivamente en México está muy mal todo el asunto de las aseguradoras, pero también en el resto del mundo. Ahora que hemos viajado a tantos festivales, nos hemos dado cuenta de que el público al final de las proyecciones nos dice que tienen casos parecidos al que tratamos entre sus familiares, y entonces se vuelve una cuestión muy universal.
– Siendo Laura Santullo la escritora del texto original, ¿Ella estuvo presente durante el rodaje del film?
Había muchos llamados en los que sí estaba ella y a mí me facilitaba también el trabajo, porque es un privilegio poder tener cerca a quien creó el personaje, de modo que así le puedes preguntar todas las dudas que tengas.
– «Un monstruo de mil cabezas» contiene frecuentes flashbacks. ¿Qué sentiste al verlos en el corte final tras haber trabajado mucho más en el teatro, cuyos relatos suelen ser lineales?
Fue fuerte porque en Venecia el día del estreno no había visto absolutamente nada. Entonces, yo ya había caminado por la alfombra roja y saludado a todo el mundo, y no sabía qué iba a ver, por eso estaba un poco en shock en la butaca, y la primera vez no la disfruté tanto, porque estaba asustada de verme tan grande en la pantalla. Y es que siendo de teatro pues nunca te ves, y en el cine hasta la voz te suena distinta y no te acabas de reconocer del todo. Es muy fuerte lo que ha pasado y le estoy muy agradecida a Rodrigo.
– En México hay una comunidad cinematográfica y teatral que está muy ilusionada con lo que hace, pero las autoridades pocas veces están por la labor de ayudar al cine y las artes escénicas. ¿Sigue por desgracia así ese tema?
Sí, así es. Es una pena. En mi caso, siendo mexicana, constato que el gobierno cada cierto tiempo reduce el presupuesto a la cultura, y yo creo que deberían de apoyar porque justamente a México le hace mucha falta eso. Necesitamos mucha educación que promueva todo ese interés por la cultura.
– El director Francisco Franco rodó «Tercera Llamada» en 2013, que precisamente es un estupendo homenaje del cine al mundo del teatro en México. ¿Qué te pareció la película?
No la vi. Y mira que Francisco es amigo mío, me ha dirigido en telenovela pero no en teatro. Ojalá algún día trabajemos juntos en ese escenario, porque en televisión es una joya trabajar con ese señor.
La Muestra de Cine Latinoamericano de Cataluña exhibe cada año en Lleida una atrayente selección de películas en su programación, y «Un monstruo de mil cabezas» es un buen ejemplo de ello.
A propósito de Rodrigo Plá y la película, aquí puedes leer nuestra reseña.
©José Luis García/Cinestel.com