Pantalla Pinamar: después de lo previsto (2) cine español, Sandro, la infancia, Campusano, Nacidos Vivos
El cine español, que ha venido manteniendo una presencia constante durante la década que conmemoró este año Pantalla Pinamar, siguió estando reflejado en las sesiones de la reciente edición con la proyección de algunas películas como «Stockholm», «Todas las mujeres» y el aporte a la cinematografía argentina de Jorge Algora, realizador gallego que ha sabido sintonizar con el público argentino a través de historias que surgen de la complejidad para desarrollarse en el terreno del cine. En Pinamar se vio un adelanto de un documental dedicado al popular Sandro, uno de los fundadores del rock en castellano en América Latina.
Por su parte, Alejandro Malowicki presentó un libro que se revela como indispensable a la hora de conocer las vicisitudes por las que ha atravesado el cine argentino dedicado a la infancia; José Celestino Campusano hizo nuevamente presencia en su condición de cineasta que mantiene una mirada directa sobre algunos problemas que nos aquejan como sociedad y Alejandra Perdomo profundizó en la necesidad de tener claro lo que es la identidad individual de las personas a través de un documental que nos invita a reflexionar sobre nuestra dignidad como personas.
Aunque nació en Madrid, se reconoce como gallego (de Galicia) por haber vivido allá gran parte de su vida. Jorge Algora presentó en la Argentina su film «Inevitable» que fue exhibido en el Festival de Málaga 2013. Rodada en su mayor parte en Buenos Aires y con algunas escenas en Santiago de Compostela, la película cuenta entre su elenco con Darío Grandinetti, Federico Luppi, Antonella Costa y Carolina Pelleritti. Grandinetti interpreta a un banquero sumido en una profunda crisis tras la muerte de un colega del trabajo. A su alrededor se mueven Mariela, su mujer, psicoanalista; Alicia, una joven artista que será su nueva pasión, y un célebre escritor ciego, ahora su consejero. «Inevitable» tiene personajes reconocibles y un guión muy elaborado. La película es algo sinuosa y por momentos tiene algunos altibajos narrativos porque es una historia que abunda en los personajes y en sus respectivas manías contada en un tono amable e incluso en algunos instantes como comedia, aunque es una situación que no perdura hasta el final. Muy a destacar el extraordinario análisis o radiografía que Algora hace sobre sus actores antes de ponerse a rodar la película para que encajen en todo lo que pretende contar.
También la película «Stockholm» de Rodrigo Sorogoyen tuvo su première argentina en Pantalla Pinamar con la presencia de su protagonista Javier Pereira quien explicó que el filme fue posible gracias a una financiación colectiva. Para él, lo que sucede en la película refleja una época y una forma de relacionarse. «El mensaje que nos da ‘Stockholm’ -dijo- es que tengas cuidado con lo que haces, porque todo ello al fin y al cabo afecta al que tienes al lado». Pereira ganó el Goya al mejor actor revelación y a la pregunta de por qué fue nominado en esa categoría cuando ya había participado en otros filmes, respondió que «las normas de la Academia son que si nunca has sido nominado, vas a revelación».
Otra película española que causó muy buena impresión entre los críticos presentes en el Encuentro de cine argentino-europeo fue «Todas las mujeres» de Mariano Barroso, quien hizo una larguísima exposición de motivos sobre este filme impecablemente actuado por el actor catalán Eduard Fernández, bastante conocido en la Argentina por otros trabajos incluso locales, en la que no dudó en calificar esta historia como una «crónica de la decadencia del machismo».
Fernández interpreta a Nacho, un tipo incapaz de decir la verdad que tiene que enfrentarse en cadena a las mujeres que han significado algo en su vida. Su madre, su amante, su psicóloga, su compañera, su ex-novia y su cuñada desfilan ante él y vuelven a aflorar algunas cuentas pendientes. Barroso contó que su personaje principal «practica un deporte nacional que consiste en echarle la culpa a otro de lo que te sucede a ti y eso en España es muy alarmante. Nacho, a nivel moral es impresentable, pero sin embargo, todo le queremos porque a nivel humano puede llegar a ser entrañable» -puntualizó-.
Por su parte, el realizador argentino Miguel Mato presentó un anticipo del documental «Yo, Sandro», una recopilación en imágenes sobre la vida del popular rockero argentino Sandro, quien paradójicamente tuvo éxito en toda América salvo en España y en una entrevista con Cinestel de próxima publicación revela los motivos por lo que cree que eso sucedió así. El trabajo de investigación duró dos años y medio y se llegaron a visualizar unas 3.500 fotografías del ídolo musical para incorporar algunas en la película.
Alejandro Malowicki es un realizador argentino que ha dedicado casi la totalidad de su carrera al cine infantil y en esta edición de Pantalla Pinamar presentó el libro «Historia del cine infantil en la Argentina», una publicación que recopila cuantas películas se ha rodado en el país con esta temática entre las que «Pelota de trapo» fue una obra emblemática.
Otro cineasta argentino muy singular y único en sus planteamientos, José Celestino Campusano, estuvo en la décima edición de Pinamar para presentar «Fantasmas de la ruta» un filme que desentraña el oscuro mundo de los prostíbulos y las agresiones que sufren las chicas que son ahí retenidas, con la particularidad de que ha sido rodado en escenarios reales y con auténticos policías porque Campusano parte de la premisa de que cada interviniente en sus películas tiene que presentarse tal cual es en la realidad. El realizador detesta la mentira y eso hace que sus filmes estén inscritos dentro de un grado de autenticidad que otros muchos no han logrado alcanzar aun con actores que se han estudiado e investigado el tema durante meses.
Igualmente, la realizadora Alejandra Perdomo nos acerca en su caso a historias reales narradas en clave de documental acerca de uno de los capítulos más controvertidos en la Argentina: el robo y tráfico de bebés. «Nacidos Vivos» muestra la gravedad de esos hechos a través de los testimonios de personas de muy diferente perfil que siendo adultos se han dado cuenta de que los padres que los inscribieron como suyos, no son los biológicos. La clave de esta película está en el inmenso trabajo realizado en la Capital Federal de Buenos Aires por la Oficina del Derecho a la Identidad situada en el registro civil de la provincia que apenas da abasto para atender la gran cantidad de casos de sustituciones de identidad que se les presentan.
©José Luis García/Cinestel.com (Pinamar-Argentina)
©foto Giovanni Sacchetto/Pantalla Pinamar