Qué ocurre en el cine argentino (2); y la visión del cine independiente
El cine de autor es uno de los factores que distingue al cine argentino y le proporciona un valor incalculable a nivel cultural. La multiplicidad de expresiones hace posible que directoras y directores puedan desarrollar su trabajo artístico. Tras la Ley del Cine de 1994, en Argentina se fueron abriendo nuevas oportunidades que tomaron forma a través del llamado Nuevo Cine Argentino surgido como consecuencia de la actividad de las Escuelas de Cine.
Desde las asociaciones profesionales de cineastas se sospecha que las actuales autoridades del Instituto Nacional tal vez pretendan favorecer a las grandes productoras de films en detrimento de las de menor tamaño, contradiciendo el espíritu de todo el texto legislativo que hizo posible mejoras sustanciales que ahora se creen en peligro.
Distintos grupos profesionales del cine claman por que se esclarezca la situación actual.
El director Fernando Krichmar Porto explica a Cinestel que «los créditos los debe dar el INCAA, según la ley de cine, con el fondo de fomento a la cinematografía que crea esta ley y proviene de la actividad cinematográfica (10% de la entrada de cine) y de la industria audiovisual a través de un 25% de la facturación publicitaria de las cableras. Lo que habilita la ley es que una entidad bancaria, a través de una licitación pública, administre el crédito cobrando por su servicio una pequeña comisión».
Para el realizador, «lo que, por ahora, afecta la política de Ralph Douglas Haiek es el financiamiento de las películas y la subejecución escandalosa del fondo de fomento. El mecanismo es «empobrecerlo» y dar menos fondos a las producciones pequeñas y medianas por diversos caminos: No dar créditos. Hacer en cambio una sustitución de créditos por «adelantos de subsidios» a la baja; y no actualizar el costo medio de película nacional ni siquiera a la inflación en pesos (ni hablar al costo del dólar, en una industria con muchos costos dolarizados)».
«Esto da películas con menos recursos, menos semanas de rodaje, menos técnicos, menos actores, y obviamente menos calidad. Osea, por ahora no hay «menos películas», hay películas hechas con muchos menos recursos y eso a la corta o a la larga afecta la calidad del tipo de obras que representa al cine nacional en festivales, y que para «consumo interno» tal vez no tenga gran taquilla, pero es una mirada perdurable sobre una época» -señala-.
– Hablando de muestras de cine, recién se supo que el Instituto desmantelaba la gerencia de festivales, luego de haber descontinuado muchos de los existentes, e incluso haber ninguneado al cine europeo eliminando su mejor ventana de promoción en Argentina que era Pantalla Pinamar. ¿Será que creen que las plataformas digitales no complementan sino que sustituyen a la experiencia colectiva?
Esas medidas que decís (y el análisis) es cierto. Yo le agregaría que por su profunda ignorancia del fenómeno cinematográfico esta gestión aplica un parámetro economicista en el que el cine solo se mide por la taquilla obtenida. Basándose en eso, hay un combate a todo cine independiente o artesanal, que claramente es el tipo de cine con el que hacemos la diferencia.
Lo de que hay que estar en plataformas digitales es zaraza para no intervenir en el mercado de la distribución cada vez más concentrado en manos extranjeras; osea «bombear» los espacios INCAA, los festivales y todo lo que no sea cine pochoclero en las multisalas multinacionales y elitistas por su costo.
El Colectivo de Cineastas en lucha
Entre las numerosas y diversas entidades que están exponiendo sus puntos de vista en torno a la situación creada, se encuentra también el Colectivo de Cineastas, un grupo de directoras y directores (en adelante directorxs) que está siendo coordinado por la realizadora Andrea Testa, quien responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Confían ustedes en que se mantenga la diversidad de contenidos en el cine argentino tras la entrada en vigor del nuevo Plan de Fomento?
La situación de crisis del cine argentino y principalmente del cine independiente, comenzó a agravarse cuando se sancionó el Nuevo Plan de Fomento en enero del 2017. Antes de esa fecha, teníamos graves dificultades con la exhibición y distribución de las películas, y algunas dificultades financieras para aquellxs cineastas jóvenes que recién estaban empezando a producir; pero hoy el panorama está aún más complicado en todas las etapas del proceso de producción y realización de las películas.
Este nuevo plan de fomento cerró puertas de acceso creando un sistema de puntos difícil de alcanzar para poder presentar los proyectos por ventanilla continua; así muchas películas pasaron a buscar su financiamiento en un sistema de concursos, con topes en la cantidad de proyectos ganadores, y premios que no llegaban a costear los presupuestos. Hoy el INCAA tampoco está dando créditos para la financiación, solamente una convocatoria a un adelanto de subsidio, con un tope de dinero que no alcanza para la demanda de las películas que están esperando para poder producirse.
Estas medidas, entre muchas otras que se fueron dando a lo largo del año pasado y el corriente, están asfixiando la producción del cine, y el más perjudicado es el cine independiente ya que es producido por pequeñas y medianas productoras, o hasta producido por sus propixs realizadorxs que no tienen espalda financiera para poder llevar adelante los costos de las películas.
En Argentina, todas las películas que se realizan, hasta las más grandes, se hacen con el fomento del Instituto de Cine. Además, estas películas del cine independiente, son aquellas que más nos representan en festivales de todo el mundo, son las que también constituyen al cine argentino tal como lo conocemos.
Si bien, desde el INCAA, anuncian un récord en la producción de películas, tenemos la certeza que esas películas que se están pudiendo producir, lo están haciendo en peores condiciones, en menos semanas de rodaje, con menos cantidad de equipo técnico, en definitiva, con menos recursos. Esto, inevitablemente, es un factor que viene en detrimento de las producciones y también de los puestos de trabajo para lxs técnicxs.
El panorama está muy difícil porque lejos de ver posibles medidas que favorezcan a fortalecer el crecimiento de producciones, lo que se puede pensar en perspectiva (pensando en cómo se fueron dando las medidas progresivamente de esta nueva gestión) es que esta situación se está agravando. Cada vez es más difícil adecuarse a las “nuevas reglas del juego”, que tienden al recorte y a la concentración de los recursos del Instituto de Cine a las grandes producciones. Por eso, es que el resultado finalmente se va a ver trasladado a una menor cantidad de películas y eso va en contra de la diversidad de miradas, de historias, de conflictos y reflexiones sobre nuestra realidad.
– ¿Que acciones seguirá tomando el Colectivo de Cineastas en estos próximos meses?
El Colectivo de Cineastas viene trabajando hace varios meses en una propuesta de fomento que responda a las necesidades del cine independiente, tanto de ficción como de documental. Se armó una mesa de trabajo con representantes de otras asociaciones de cine, para llegar a una propuesta unificada, y se empezó a trabajar junto con autoridades del INCAA.
Es una propuesta que contempla dos modelos. Una primera que sería para proyectos con un presupuesto del 21% del costo medio de una película nacional y que puede ser presentada por personas sin antecedentes, una modalidad semejante a la vía digital documental, en la que los diseños de producción son más flexibles y con equipos reducidos. Y la segunda modalidad está destinada a películas con un presupuesto mayor, del 60% del costo medio de una película nacional, con el requisito de tener ya una película estrenada. La propuesta es que en ambas modalidades, el subsidio sea cobrado por etapa de producción, para que la financiación sea algo posible y podamos contar con el fomento del Instituto de Cine, como dice la Ley de Cine, que para eso ha sido creado.
Luego, nosotrxs venimos participando en toda instancia pública que se convoca o que convocamos, para visibilizar lo que está sucediendo y también para demostrar que somos muchxs cineastas comprometidxs con nuestro cine y también con otros sucesos de la actualidad.
Nuestra asociación tiene su base en la participación de todxs los integrantes en asambleas mensuales en donde discutimos la situación del INCAA, pero también en donde nos pensamos como sujetos activos y partícipes de la realidad. Por eso, nos seguimos proclamando y manifestando por el Aborto Legal, también hemos dado la solidaridad a lxs despedidxs en Télam y en muchas otras áreas, como cuando fueron los despidos en la TV Pública, entre otros. Y hemos marchado para decirle no al decreto que vuelve a poner a las Fuerzas Armadas en las calles.
El Colectivo de Cineastas también realiza encuentros de cine, hay una comisión que programa películas y que promueve al final de cada proyección un encuentro con el/la realizador/a con algún integrante para charlar sobre la película, sobre el momento que se ha filmado, y sobre temas que se van dando a lo largo de la charla y con las preguntas de quienes se acercan a participar del encuentro. Es un momento muy agradable, cálido, en el que luego nos vamos con muchas preguntas.
¡Así que seguiremos accionando!
©José Luis García/Cinestel.com