«Moacir III» completa la trilogía de la libertad de Tomás Lipgot

Estreno Buenos Aires, Mendoza y Rosario
¿Pueden los verdaderos sueños legítimos de una persona llevarse a la práctica? El director argentino Tomás Lipgot abunda en la idea de que todo puede intentarse de una forma u otra, y procura hallar respuestas posibles a esos enigmas existenciales en la figura de su entrañable personaje Moacir dos Santos, quien le ha acompañado en sus documentales «Fortalezas» (2010) y «Moacir» (2011). En el primero lo descubre internado en un manicomio por voluntad propia, mientras que en el segundo, ya en libertad y con una mejor pensión, alcanza su propósito de convertirse en cantante y editar un disco con sus propias composiciones.
Lipgot no sólo ha seguido todo el proceso de Moacir, sino que además ha sido uno de los principales precursores de su renacimiento como persona, luego de creer que todo estaba perdido.
«Moacir III, trilogía de la libertad» es una suerte de culminación de los proyectos y aspiraciones del protagonista, en cuya construcción también se implica su director, quien también aparece en algunos breves tramos de la película.
Preguntarse si Moacir es una persona singular o si simplemente lo que quiere es emular la fama y el reconocimiento que lograron otros artistas, cabe dentro de lo razonable. Tal vez sea una mezcla de ambas cosas, pero lo que es seguro es que este cantautor busca su sanación personal a través de las prácticas artísticas que en forma de una especie de ficción aquí se le proponen.
Tomás Lipgot responde las preguntas de Cinestel:
– ¿Qué cosas han cambiado en tu vida profesional desde aquella «Fortalezas» en la que descubriste a este artista?

Tomás Lipgot
La verdad es que casi todo ha cambiado bastante, afortunadamente. Si bien antes de “Fortalezas” había hecho varios cortos y la película “Casafuerte” fuera del sistema, ése fue el punto de inflexión para una seguidilla de películas que dirigí y que también produje, todas ellas con apoyo del INCAA. Además, con “Fortalezas” nace Duermevela, mi productora, que es la punta de lanza de todas mis producciones. En definitiva, fue un punto de giro que habilitó una etapa de gran crecimiento en mi vida profesional.
– ¿Cuando Moacir te pide rodar ‘una historia verídica’, se está refiriendo a un ‘cine de lo posible’?
No sé bien qué sería un “cine de lo posible”, en todo caso habría que preguntárselo a él. Lo que yo interpreto de su deseo de rodar “una historia verídica”, está vinculado y conectado con las películas anteriores. Sobre “Fortalezas”, Moacir solía decir que era una investigación, algo más ligado con lo periodístico-documental. En relación a “Moacir”, ya estaba claro que era un documental. Y cuando encaramos este proyecto, que es cuando él declara esa frase, estaba predeterminado que iba a tener un tinte de ficción. En fin, creo que esta frase alude a que a pesar de que juguemos con la ficción, pide respetar de base su historia de vida verdadera. Como decía Lacan: “La verdad tiene estructura de ficción”; por allí reside el sentido de esta frase.
– ¿Y sería probable que tu protagonista quisiera defender su honorabilidad tras su difícil pasado, gritando en su interior «no soy lo que algunos de ustedes han pensado alguna vez que soy»?
Es probable que así fuera. Aunque no creo que sea de las motivaciones principales de Moacir en esta película. Creo que esa honorabilidad o dignidad siempre la tuvo consigo y la defendió, incluso cuando estaba internado en el hospital psiquiátrico.
– Casi nunca suelo comparar películas, pero viendo determinada escena en un cementerio, me vino a la mente la figura de Alejandro Jodorowsky, sobre todo por las similitudes en el entorno familiar de ambos creadores. ¿Vos trabajas con referentes cinéfilos en tus películas?
No de forma explícita, pero es indudable que todas las cosas que uno consumió y que de alguna manera tocaron alguna fibra, están presentes de algún modo. Está bien la referencia a Jodorowsky. Sus primeras películas, “El topo” o “La montaña sagrada” me gustaron mucho, pero a medida que fue desarrollando su veta de gurú, ya me dejó de interesar e incluso de creerle. Si bien esta película puede tener algo de su concepto de “psicomagia”, yo lo tomo sólo como literatura. Me pasa lo mismo que con Castañeda; su obra me parece de gran vuelo literario, pero sus aspectos psicológicos-chamánicos me resultan más defraudatorios.
– Yo creo que «Moacir III» va transitando en su lado más «ficcional» desde el fingimiento y la impostura del protagonista, hacia un progresivo sinceramiento que llega a temas que le tocan muy de cerca: el matrimonio y la conexión con sus orígenes. ¿Lo planearon de esa manera al confeccionar el guion?
No, aunque cuando escribí el proyecto habían algunas hipótesis, como la de la posibilidad de una liberación sexual, que sí sucedieron. La verdad, para ser sincero, fue increíble cómo se fueron tejiendo los sucesos durante el proceso del film. Y se dieron de la forma que expresas en tu pregunta; todo lo ficcional, esas escenas que Moacir representa, fueron habilitadoras para llegar a esos temas que le interesaban hablar.
El máximo ejemplo de esto es el casamiento. Tal como se ve en la película, inicialmente iba a ser con el personaje de “Noelia”, pero el fracaso del mismo, provocado por Moacir, permitió que tenga su casamiento gay, probablemente más cercano a su deseo.
– Hay un momento en el que parece que la película estaría terminando, pero no finaliza ahí, sino que continúa un poco más. ¿Fue esa una forma de que el filme acabara al final de los finales tocando la fibra más íntima de Moacir y al mismo tiempo habiendo cumplido su sueño de protagonizar fragmentos de una suerte de ficción clásica?
Es un poco un juego ése que fue surgiendo sobre el final del rodaje y, sobre todo, en el montaje, que fue cuando vislumbramos la posibilidad de jugar con ello. Fue una suerte de licencia en todo este entramado al que decidimos bautizarlo con la palabra libertad.
Y quizá haya también algún vínculo con una suerte de nuevo nacimiento, ya que el falso final tiene que ver con eso, con una muerte simbólica.
©José Luis García/Cinestel.com
Estrenada el jueves 10 de agosto en el cine Gaumont de Buenos Aires, Village (Avellaneda y Mendoza), y Hoyts (Rosario y Quilmes)
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