«A German Life», explicación pública de la ex-secretaria de Goebbels

19 Festival de Cine Judío de Barcelona 2017
Tres realizadores austríacos y un alemán son los responsables del documental «A German Life» (Una vida alemana), que el Festival de Cinema Jueu de Barcelona programó en esta edición de 2017, y que al mismo tiempo parece dar continuidad a un ciclo cinéfilo en la Filmoteca de Catalunya celebrado en 2014, alrededor del cine de propaganda elaborado por el régimen nazi, tanto antes como durante la Segunda Guerra Mundial.
Brunhilde Pomsel fue la secretaria de uno de los peores criminales de la Historia del siglo XX, el ministro de propaganda nazi alemán, Joseph Goebbels, quien llevara a cabo un control sistemático de todos los medios audiovisuales, incluido el cine.
Su estreno en la muestra coincidió en fechas precisamente con la inauguración por parte de la alcaldesa de Barcelona, de una placa conmemorativa que recuerda unos tristes hechos en el antiguo semanario satírico El Papus, ubicada delante de su antigua sede, y que está en favor de la libertad de expresión e información.
Desde un primer instante de la película, conocemos que Pomsel tan sólo piensa hablar acerca de ella, de su historia y de sus impresiones sobre lo que le tocó vivir al trabajar en el mismo centro de la estructura de poder nazi.
Tenía en el momento de la grabación, 103 años de edad (recién falleció a los 106), y las prominentes arrugas que posee su rostro son retratadas con gran definición en la imagen captada por este cuarteto de directores, que a su vez crean un documento contemporáneo único, en el que van intercalando distintos fragmentos de escenas tomadas en diferentes países del entorno europeo, todas ellas alrededor de la confrontación política, ideológica y bélica que se avecinaba, movida por los siempre injustificables motivos xenófobos que se adujeron en aquel entonces para basar su estrategia destructiva.
Y efectivamente, la intención clara de este documental es la de mostrar que la tiranía y la guerra no surgen de la nada, porque al menos en este caso, hubo un trasfondo previo sutilmente elaborado que facilita el propósito de que toda esa maquinaria creada desemboque en el desastre más absoluto.
No obstante la visión subjetiva de la ex-secretaria, «A German Life» es una nueva oportunidad para poder revisar los mecanismos tácticos que desmontaron la democracia basada en la constitución de Weimar, y establecieron en su lugar una dictadura encabezada por Hitler.
Brunhilde Pomsel afirma de voz propia que cree que Goebbels pensó que era estúpida, pero también confirma que cuando los nazis alcanzaron el poder, ella y todo su entorno se unieron al NSDAP, el partido de los nazis. Su misión pasó entonces a ser la de secretaria y estenográfica personal de propaganda del victimario, cargo que incluyó la tarea de dirigir a los reporteros de la radio, que era un nuevo medio de comunicación que había irrumpido con fuerza entre la población alemana de aquel entonces.
Es ahora y aquí, en este interesante documento grabado en el umbral de su muerte, cuando esta profesional que estuvo al servicio del régimen nazi, reconoce que en aquella época todo el mundo en Alemania estaba en realidad en un campo de concentración, aunque la mayoría de alemanes desconocieron el alcance de las atrocidades cometidas hasta que pasó el momento en que la guerra acabó.
Ella dice estar incluida en ese grupo que se enteró de todo después del holocausto, y lo manifiesta durante el filme mostrando múltiples remordimientos sobre aquello que hizo mal, pese a que en el momento de hacerlo, ella misma se consideraba una elitista que ganaba un salario exorbitante en relación a la mayoría de empleados que tenía el país.
«A German Life» es en definitiva, con su prolijo y abundante material visual, una gran oportunidad para reflexionar sobre el tiempo presente, a través de este testimonio acerca de unos hechos que ocurrieron en el pasado y que destrozaron la vida a mucha gente.
¿Los peligros del fascismo han sido ya superados? Pomsel, con toda su elevada experiencia personal, debido a su implicación profesional en el núcleo del conflicto, considera que no en la película. ¿Acaso es que no sabemos o no hemos aprendido algo sobre los horrores de nuestro pasado reciente? Pues quizá nos pueda dar una pista que en el transcurso de este documental, la ex-secretaria de Goebbels se negara a comentar lo que está pasando en la actualidad del siglo XXI en Europa.
©José Luis García/Cinestel.com
Enlace a otras notas sobre «el cine como vehículo de propaganda nazi».
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– Entrevista a Daniela Rosenfeld
– Debate en la Filmoteca de Catalunya acerca de la incitación al odio y la manipulación de masas
– Reseñas de las películas del ciclo en 2014
– Entrevista a Felix Moeller sobre su documental «Informe del taller: films de propaganda nazi vistos hoy»