«La Religiosa» de Guillaume Nicloux; redefiniendo la obra de Diderot

Estreno en España
El escritor y filósofo francés Denis Diderot escribió en el siglo XVIII la novela La Religiosa que Guillaume Nicloux lleva por segunda vez al cine. La primera fue dirigida en 1966 por Jacques Rivette, con el protagonismo de Anna Karina y con Paco Rabal entre sus actores principales. En aquella ocasión, el filme estaba más apegado a ese texto original que realizaba un examen psicológico de los religiosos y denunciaba la forma en que los claustros de los conventos se convertían en verdaderas prisiones para el ser humano. Lo que hace Nicloux en su nueva versión, más que volver a interpretar bajo el mismo enfoque, es redefinir el eje central en el que se basa el relato, pues siendo el mismo, aquí está articulado en la firme respuesta al penoso calvario de muchas adolescentes que a lo largo de la Historia estuvieron privadas de la libertad de pensamiento y fueron obligadas por sus padres a tomar los hábitos religiosos en contra de su voluntad.
Partiendo de una narración con origen injusto e indefendible, la película presenta a Suzanne Simonin (Pauline Étienne), una joven brillante y hermosa nacida en el seno de una familia burguesa. Al tratarse de una hija no deseada, su madre la ha considerado siempre como si fuera un pecado, así de literal, y sus padres deciden convertirla en monja para sanarlo. Como ella es una mujer batalladora, hace lo posible para hacer ver a las religiosas que no está allí por deseo propio, pero se topa con la dura jerarquía que domina todos los aspectos de su nueva vida. Para colmo, las madres superioras con las que se va a ir encontrando acostumbran a ser un duro escollo para sus pretensiones de vivir la vida con libertad.
Es obvio que Guillaume Nicloux ha roto el concepto anticlerical que Diderot creó en la novela, para enfocarlo en una especie de oda a la libertad. De esta forma, el filme abarca parecido relato, pero lo transforma desde una visión diferente que a cambio rehúsa rechazar la fe en la religión, para pasar a convertir a su protagonista en una luchadora por su liberación personal. Estamos por tanto ante una redefinición de la novela, pues ya no es la misma historia que en ese libro o en la película de Rivette, aunque se parezca. Aquí, el final es mucho más distinto y esperanzador.
El director explicaba el nuevo punto de vista diciendo que ‘al adaptar un libro, mi enfoque está inspirado en el método de Hitchcock: lo leo, lo cierro y pongo mi imaginación a trabajar para retener sólo lo que realmente me conmueve’. La película goza de un buen desarrollo e interpretación, con la aparición estelar de la gran actriz francesa Isabelle Huppert.
©José Luis García/Cinestel.com